De manera considerable bajó el precio del tanque de gas al entrar en vigor el control de precios para este combustible; alrededor de 80 y 100 pesos bajaron las tarifas por este servicio para las empresas y los hogares.
Sólo así se logró controlar su precio para evitar los abusos al cobrar el combustible; con lo anterior, otros productos, principalmente la tortilla, podrán ajustar su precio máximo, para que en los establecimientos el costo de los insumos no sea tan alto.
Al ajustar el precio se mantendrá controlada la inflación, porque el precio de los insumos influye mucho en el aumento de otros productos, de lo contrario, se tendría una inflación descontrolada y se perdería la capacidad adquisitiva, y aunque el Gobierno federal aumente el salario mínimo, si hay carestía, el ingreso no rinde, el dinero no alcanza o se compra menos, esto si se comparan el salario y el precio de los productos de la canasta básica.
De este modo, con el control de precios en los combustibles se asegura que crezca la economía, sobre todo porque hay negocios, como las tortillerías, que deben pagar sueldos, los servicios de agua, luz, gas, la renta, los impuestos, entre otros, mes con mes, y no podrían sostenerse si no hay un costo establecido y organizado de la materia prima.