CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- Andrés Lillini reconoce que los malos resultados de Pumas tienen en riesgo su puesto como entrenador del club, pero él dice estar bien, sin el pensamiento de dar un paso al costado y seguir «poniendo el pecho» por el cuadro universitario. «Sí, claro (sobre estar su puesto en riesgo), pero estoy bien, vine a ayudar en un momento complicado hace más de un año. En el momento en el que el presidente crea que esto se tiene que descomprimir, lo hablaré de forma personal con él».
Lillini acepta que «no se me cruza por la mente renunciar, tendría que ser hablado con la directiva, no me pasa renunciar, lo hablaré con el presidente, la institución está por encima de todos, las decisiones se toman en conjunto». El argentino entiende su responsabilidad ante la situación que viven los universitarios, «el responsable soy yo y soy todos, es lamentablemente que de 15 puntos tengamos dos. Yo no quiero hacerle daño a nadie, no quiero que el fanático puma se ponga mal. Veremos de aquí al domingo qué podemos hacer».
Por último, el técnico auriazul reconoció no tener la sensación de haber vivido su último partido al frente de Pumas.