Los usuarios del transporte público no ven viable el regreso a clases debido a que no hay seguridad sanitaria en los camiones urbanos, donde lo mismo se trasladan estudiantes, trabajadores de la salud que personal de fábricas, entre otros sectores de la población.
Los choferes han resaltado que se sienten vulnerables debido al riesgo continuo que corren porque los pasajeros se niegan a portar el cubrebocas y sobre todo porque las autoridades no los apoyan con lo necesario para protegerse y guardar las medidas requeridas, como en la desinfección de las unidades, que se hace en ocasiones con jabón, cloro e insumos de baja calidad o que muchas veces tienen que “rebajar” porque les dan poca cantidad.
Entonces, los conductores indican que se ven en desventaja durante la pandemia, porque no cuentan con lo necesario para protegerse. Asimismo, los pasajeros se sienten en la misma condición de vulnerabilidad porque las unidades de transporte se han convertido en un punto de contagio.
Los urbaneros hacen hincapié en que les den alternativas para protegerse, para llevar a cabo una limpieza regular de sus herramientas de trabajo dentro de cada unidad. Asimismo, falta señalética en las unidades para que los pasajeros sigan comprometiéndose a actuar como les corresponde.