Un ente que goza todavía de gran prestigio y que aglutina a los hombres de negocio del Estado que contra viento y marea, sobre todo en estos tiempos de pandemia, han logrado mantener a flote sus empresas y por ende miles de empleos tan necesarios para la población de Aguascalientes está atravesando por una grave crisis.
Apenas el sábado fue el proceso para elegir al nuevo dirigente del Consejo Coordinador Empresarial y aunque quisieron hacerlo parecer un día de campo, la verdad es que ese campo estuvo minado, pues los resultados no convencieron a todos los integrantes; es más, un grupo disidente desnudó las graves anomalías en el cuestionado proceso.
Inevitablemente surgen las preguntas: ¿qué oscuros intereses hay detrás de esta faramalla?, a decir de algunos, aunque otros aseguren que fue un proceso transparente, pero el resultado evidentemente no convenció a todos. Si realmente es de poco peso el grupo disidente ¿por qué lo quieren desaparecer?, ¿dónde estarían los contrapesos de opinión?, ¿quién se enfrentaría a las autoridades en nombre de todos los empresarios del Estado? Si las voces en contra son pocas, ¿qué les preocupa?, ¿no que la unión hace la fuerza?, ¿por qué poner su credibilidad en entredicho?
Si el actual, aunque cuestionado, dirigente ya tenía la elección en la bolsa ¿por qué violar sus propios estatutos?, ¿a quién le conviene la escisión?, ¿no podrían sacar provecho de la unión entre ellos?
De seguir este conflicto hasta las cámaras empresariales entonces estarían en riesgo de seguir operando con calidad y eficiencia, pues si la cabeza está mal, lo cual es evidente, ¿cuál es la credibilidad que tendrían estas organizaciones?
¿Qué ha pasado con las giras de inversión?, si hay dinero para fastuosos eventos masivos, los cuales no están aconsejados por la pandemia latente de Covid, ¿por qué esos recursos no emplearlos en campañas de promoción? Hay mucho por hacer para que este Estado siga siendo atractivo para inversores locales, nacionales y hasta extranjeros, y lo primordial es mandar un mensaje de armonía.
Cierto, la población sólo es testigo de este enfrentamiento entre los hombres de negocios y tal vez no sea reflejada la importancia que tiene este ente, pero si les contáramos que ellos son los que mantienen la estabilidad financiera a nivel estatal, que son hombres que con sus decisiones ayudan a mantener empleos e inversiones, la perspectiva cambiaría.
Lo que va a pasar, si esto continúa, es que cada empresario va a recoger sus canicas y se va a ir a jugar a otra parte, lo que por supuesto no convendría a nadie y así menos se daría un buen mensaje a los inversionistas.
Los que disputan la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial son profesionistas de gran capacidad y, lo que es mejor, con gran arraigo en este cada vez más convulso Aguascalientes, por lo que no deberían prestarse a un divorcio empresarial porque evidentemente hay alguien que se beneficiaría de ello y no sería justo, pues en el CCEA están los hombres y mujeres que con su trabajo, esfuerzo y talento hacen de Aguascalientes un mejor lugar para vivir.