Las autoridades sanitarias detectaron el enésimo caso de carne con clembuterol en los tres meses, ahora fue en una carnicería de la cabecera municipal de Rincón de Romos donde se logró el aseguramiento de un lote de carne de res en el que se comprobó mediante estudios de laboratorio la presencia del peligroso anabólico.
La confirmación del uso del clembuterol activó la alerta y de inmediato se emprendió la investigación para tratar de dar con la procedencia u origen de las reses que pudieron ser alimentadas con esa sustancia para provocar su engorda artificial, sin medir las consecuencias que eso puede generar en la salud de las personas que consuman esa carne.
Por fortuna, aseguró el director de Regulación Sanitaria, Octavio Jiménez Macías, la detección de la carne contaminada se hizo antes de que el producto fuera comercializado, por lo que hasta el momento no se ha sabido ni se han tenido reportes médicos de casos de intoxicación por consumir el producto de riesgo para la población.
“Se hizo el aseguramiento de hígado sobre el que se tenía sospecha y luego de los estudios respectivos se comprobó que tenía presencia de clembuterol, ante lo cual se dispuso el aseguramiento y la posterior incineración de la carne, pero además se inició con el procedimiento administrativo y de investigación sobre la trazabilidad para determinar la procedencia de la carne, a fin de deslindar responsabilidades”, subrayó el funcionario del Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes.
Mencionó que adicional a las medidas de carácter administrativo que tomó la autoridad sanitaria, el caso también se pondrá en manos de las autoridades del sector agropecuario y de la misma Fiscalía General de la República, “pues no se debe perder de vista el hecho de que el uso del clembuterol está considerado como un delito federal”, dijo, al momento de precisar que será esta autoridad la que se encargará de investigar a fondo el caso para proceder conforme a la legislación penal.
Por último, aseveró que este nuevo caso detectado en Rincón de Romos, donde se utiliza el clembuterol para la engorda artificial del ganado, enciende las alarmas y obliga a intensificar la vigilancia sanitaria para prevenir y evitar estas prácticas, con las que se pone en riesgo la salud de la población.