Caos, desesperación y hasta mentadas de madre han fluido en los últimos días a causa del pavoroso enredo vehicular que se vive en diferentes zonas de la ciudad, específicamente en el norte.
Un trayecto que normalmente se hace de norte a sur, por poner un ejemplo, en 25 minutos en tiempo ordinario, en los últimos días se ha incrementado al doble, ya que los vehículos, por más que quieran, no pueden avanzar, pues por donde se vea se están realizando obras de todo tipo.
A eso súmele los conductores que no teniendo empatía con los demás se meten a la brava, rebasan por la derecha e incluso se pasan los altos, ahora imagínese la escena a casi cualquier hora del día, pero sobre todo a la entrada y salida de escuelas y trabajos.
En los últimos días de plano en las redes sociales se dieron voces de alerta pidiendo no ir al norte de la ciudad si no era estrictamente necesario, y no pocas personas descargaron aplicaciones en sus celulares para ver el flujo del tráfico, y hasta los vehículos de las plataformas de transporte incrementaron sus tarifas, pues saben que si van a ese punto de la ciudad perderán muchísimo tiempo.
Por poner un ejemplo: el jueves de plano en largos tramos de la avenida Miguel de la Madrid los autos circularon en contra para incorporarse a la avenida Paseo del Molino, pues los conductores estaban desesperados por la falta de fluidez para salir de ese lado de la ciudad, a la altura del puente del Campestre.
Y obvio, con el regreso a clases se agudizó más el flujo vehicular, y es un martirio que día a día viven las familias que habitan o tienen sus negocios en esa poblada parte de la ciudad.
No queremos ver lo que va a ocurrir este fin de semana que los centros comerciales del área se llenan a su máxima capacidad, a pesar de que se supone que hay aforos controlados a causa de la pandemia activa de Covid.
Habitantes de esa zona de la ciudad ya le piensan para salir, pues de plano se sienten ‘secuestrados’ porque por donde quiera es un verdadero descontrol.
Pocitos: lleno en horas pico; la 45 Norte, atasco de tráfico a todas horas del día, no se diga a la altura del Agropecuario; Segundo Anillo, imposible pasar por las obras a la altura de Pulgas Pandas; Miguel de la Madrid, a paso de tortuga y atestado al llegar a la Universidad Autónoma de Aguascalientes; avenida Constitución, intransitable, no se diga con las lluvias, y a la altura de las vías del tren a paso lento; en fin, por donde quiera que se le vea es un caos vehicular.
Si de plano quiere salir o entrar a ese punto de la ciudad tómese su tiempo y hasta un calmante, pues la situación de plano es insufrible.