Se estima que por cada aborto “legal” que se realiza en los hospitales locales -apenas seis en lo que va de este año y tres en el 2020, según datos oficiales del ISSEA-, se pudieran llevar a cabo entre 30 y 50 más de manera clandestina en Aguascalientes o fuera del Estado, como ocurre en la capital del país donde hay varios hospitales autorizados legalmente para hacer ese tipo de procedimientos.
“Se sabe y hay registros de que algunas mujeres que desean interrumpir su embarazo se desplazan a la capital del país para abortar, y también que hay otras que se ponen en manos de quienes faltando a la ética y al juramento hipocrático realizan ese tipo de trabajos de manera irregular y exponiendo incluso la vida de quienes se someten a esa práctica que conlleva un alto riesgo”, aseguró uno de los ginecólogos consultados sobre el particular.
Para nadie es desconocido que en Aguascalientes y en prácticamente todo el país se sigue dando la práctica clandestina del aborto, pese a los controles y a la regulación misma que hay sobre este tipo de procedimientos, por lo que hay casos donde incluso algunas organizaciones no gubernamentales se encargan de “patrocinar” los abortos a las jóvenes embarazadas que así lo decidan, pues les pagan desde el transporte, el hospedaje y los viáticos, o bien, las contactan con las instituciones, en el caso de la Ciudad de México, donde se realizará la llamada Interrupción Legal del Embarazo.
Sin que el dato haya sido confirmado –aunque tampoco desmentido- por las autoridades locales del sector salud, los médicos consultados sobre el particular coincidieron en señalar que los abortos que se realizan de manera “legal” o por médicos autorizados para llevarlos a cabo, resultan ser nada en comparación a los que se realizan de manera oculta o clandestina.
“Están los casos contados de las interrupciones del embarazo que realizan en los hospitales locales por disposición judicial o por petición expresa de las mujeres que lo solicitan y las cuales saben que se tiene que cumplir con una serie de requisitos para evitar problemas legales, pero por cada uno de estos hay muchos más, quizá 30 o 50, sobre los que no se lleva ni control ni registro oficial porque se practican en la clandestinidad o bien fuera del Estado”, insistió el ginecólogo consultado por HIDROCÁLIDO sobre esta problemática.
“El del aborto es un tema por demás polémico. Lo malo es que hay mucho manoseo político, más que otra cosa, por parte de grupos que por lo regular persiguen otros fines y no la interrupción en sí del embarazo, pues en los hechos son contadas las mujeres embarazadas que toman esa decisión y que solicitan el procedimiento respectivo de manera legal”, mencionó.