Lo que presagiaba ser una jornada más de vacunación, casi termina en tragedia, pues todo pareció salirse de control al anunciarse que ya no había más dosis por aplicar.
Fueron miles de biológicos los que estaban disponibles para las personas que por alguna razón no acudieron en tiempo y forma para vacunarse y que al ser ayer la última oportunidad, abarrotaron los centros destinados para ello: la Universidad Autónoma de Aguascalientes, el Foro de las Estrellas y el Salón de Locomotoras; y precisamente aquí en este último sitio la jornada aparentemente se desarrollaba con normalidad, pero cuando se avisó que ya no había más dosis el asunto se descontroló, y hombres y mujeres por igual estuvieron a punto de dar portazo y con palabras altisonantes exigían que los vacunaran.
Muchos alegaron que no acudieron el día que les correspondía porque no los dejaron salir del trabajo, otros porque de plano ni se enteraron, otros por desidia y otros tantos porque no estaban en óptimas condiciones de salud, y poco faltó para que la sangre llegara al río.
Lo cierto es que las autoridades hacen lo que pueden, pues algunas jornadas transcurrieron en completa calma y con mucha organización, aunque en otras, por poner un ejemplo, hubo largas filas de gente y hasta de vehículos, pues estos últimos formaron kilométricas hileras para acceder a la Isla San Marcos, pero mucha gente se pasó horas formadas para poder recibir el biológico.
Los primeros en acceder a la vacunación fueron las personas de la tercera edad y a ellos sí que les tocó difícil, pues hicieron doble fila: la primera para sacar ficha y la segunda, para recibir la inyección.
Pero como todo funciona en esta vida con prueba y error, los siguientes grupos en ser inoculados fueron atendidos con una mejor organización, pues los encargados empezaron a hallarle el modo y las jornadas transcurrieron con la normalidad de ser las primeras ocasiones en realizarse a nivel nacional.
Ahora será la prueba de fuego porque los siguientes en ser vacunados serán los adolescentes y después niños, y obviamente acudirán acompañados, por lo que se espera que las filas vuelvan a ser enormes, pero todo sea por la salud.
Pero no olvidemos que el pedir está el dar y no son modos para tratar así al personal involucrado en las jornadas de vacunación, pues cierto, es su trabajo, pero también merecen respeto, pues esta pandemia a todos nos pegó por igual y cierto, todos tenemos el derecho de ser vacunados contra el temible Covid-19, que tantos daños y muertos ha causado no sólo en Aguascalientes, sino todo el mundo, pero así como tenemos derechos también tenemos la obligación de seguir las reglas, pues sin organización parece que vivimos en una jungla y la verdad, no lo merecemos.