El sector empresarial tronó contra la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues advirtió que el proyecto es una infame regresión de cuatro décadas que afectaría a toda la nación, no sólo en términos económicos, sino ambientales.
Lo más absurdo es que hasta el partido verde la apoye, a pesar del impacto descomunal en materia ambiental, sentenciaron los dirigentes de organismos empresariales.
En reunión sostenida en la sede de la Coparmex, los presidentes del CCEA, la Coparmex y del clúster industrial sentenciaron que ese tipo de proyectos son un atentado contra todos los mexicanos, ya que impactan a todos los sectores, no sólo al generador de energía.
Por lo tanto, se pronunciaron en contra de su aprobación, ya que es una afectación a cualquier empresa.
Raúl González Alonso y Juan Manuel Ávila, presidentes del CCEA y de la Coparmex, coincidieron en que esta reforma implica un severo retroceso de 40 años, ya que se pretende regresar a un monopolio incapaz de suministrar toda la energía.
Sin duda es una afectación a la nación, reiteró González Alonso al sostener que los perjuicios alcanzan a todos los sectores, porque incluso a nivel doméstico si se cuenta con paneles solares, ya no se podrán usar.
De tal manera que el impacto también es a nivel ambiental, descomunalmente, por lo tanto resulta inentendible que un partido que en teoría defiende los intereses ecológicos de la nación, esté a favor de una reforma energética que privilegia usar combustibles fósiles, yendo en sentido contrario a la naturaleza, lo cual es incongruente, absurdo y un contrasentido, agregó el empresario.
Por su parte, el presidente de la Coparmex, Juan Manuel Ávila, señaló que si el Gobierno federal administrara el desierto del Sahara, en cinco años habría escasez de arena, por lo tanto, debe entender que no es un constructor de empresas, sino un administrador de las necesidades sociales e infraestructura al servicio de la población.