CIUDAD DE MÉXICO, (EL UNIVERSAL).- La carga de la deuda resultante de los países de bajos ingresos en el mundo aumentó un 12% a un récord de 860 mil millones de dólares en 2020, según un nuevo informe del Banco Mundial (BM).
Así, sumando el saldo de la deuda externa de los países de menores y medianos ingresos en el mundo, aumentó un 5.3% en 2020 para llegar hasta un total de 8.7 billones de dólares, destacó en un nuevo informe dado a conocer este lunes.
Lo anterior fue para enfrentar la emergencia sanitaria, amortiguar el impacto de la pandemia de Covid-19 en los pobres y vulnerables, y poner a los países en el camino de la recuperación.
Sin embargo, el BM hizo ver que antes de esta crisis, muchos países de ingresos bajos y medianos se encontraban en una posición vulnerable, con una desaceleración del crecimiento económico y una deuda pública y externa en niveles elevados.
En el reporte de deuda mundial el organismo destacó que la acumulación de deuda se mantuvo más baja para países de América Latina y el Caribe, con un promedió 8.4% sin considerar a Argentina, Brasil y México.
Señaló que las emisiones de bonos en países de la región, aumentó 16% en 2020 a 104 mil millones de dólares, pero se observaron pocos cambios en términos de participación de emisión por parte de entidades del sector público y privado.
Del caso mexicano, mencionó que la emisión de bonos tanto de entidades públicas y privadas fue de 43 mil 800 millones de dólares en 2020, misma cantidad a la de 2019, equivalente al 42% de la emisión regional en 2020.
México destaca por emitir el primer bono vinculado a los objetivos de la ONU.
«Necesitamos un enfoque integral del problema de la deuda, incluida la reducción, una reestructuración más rápida y una mayor transparencia», dijo el presidente del Grupo del BM, David Malpass.
«Los niveles de deuda sostenibles son vitales para la recuperación económica y la reducción de la pobreza», advirtió.
Por su parte, la vicepresidenta sénior y economista en jefe del Grupo del Banco Mundial, Carmen Reinhart, manifestó que «las economías de todo el mundo se enfrentan a un desafío abrumador que plantean los niveles de deuda elevados y en rápido aumento».