Tronó la bomba, literal, en el traído y llevado asunto del gas LP y el conflicto, que ya se veía venir, ayer de plano estalló en la capital del país y amenaza con extenderse a todo el territorio nacional.
Las imágenes que se difundieron por todos los medios, de enfrentamientos entre gaseros y policías, son noticia de 8 columnas este día, por la gravedad de la situación y porque este asunto no hubiera trascendido si todas las partes involucradas hubieran sido consultadas.
Y es que no hay semana que la economía familiar no sufra un descalabro por el escandaloso aumento al combustible, que es el que consume la mayoría de los mexicanos.
Se supone que la aparición del gas Bienestar, que por cierto sólo se vende en el Estado y la Ciudad de México, y cuya empresa creó la 4T, en lugar de venir a “controlar” los precios, ha venido a desestabilizar el mercado, pues cómo es posible que, por ejemplo en Aguascalientes, un tanque de gas LP de 30 kilos cueste casi 770 pesos, pues por quinta semana consecutiva se aplicó un ajuste.
Los planes del presidente Andrés Manuel López Obrador al implementar un sistema de control de precios máximos del gas generó un grave impacto en el sector y ayer gaseros con todo y pipas realizaron bloqueos en distintas autopistas para sumarse a la protesta del gremio que amenaza con realizar un paro indefinido de labores, lo que puede traer gravísimas consecuencias de todo tipo, no sólo económicas.
Una y otra vez insistimos en que debemos mirar hacia otros lados y aprender lecciones, pues por ejemplo en estos precisos momentos, en Turquía viven ya varios días sin luz eléctrica, pues la red eléctrica nacional del país quedó completamente colapsada ante la escasez general de combustible.
A nivel nacional se espera que esta protesta, que no es la primera ni será la última, tendrá repercusiones, pues los comisionistas repartidores del gas licuado de petróleo están inconformes por la decisión precipitada, dicen, del presidente Andrés Manuel López Obrador y que obviamente tocó sus intereses económicos y aunque la violenta manifestación fue en esta ocasión en el Valle de México, de seguir las inconformidades se replicarán en Puebla y Veracruz, y en una de esas hasta a nosotros nos toca.
Todo esto sucede, creemos, por la falta de diálogo, por no planchar acuerdos y tomar decisiones que se ven como imposición o arbitrariedad, tronándole este conflicto al Presidente, que ya tiene demasiados frentes abiertos y éste por supuesto que pegaría a toda la población.
Ojalá que esta lucha de poderes, cuyos intereses son estrictamente económicos, porque los gaseros también quieren su rebanada de pastel, o mejor dicho, que no se las quiten, no termina con la jornada sangrienta de ayer, así que todo se puede esperar con el correr de los días.
Lamentablemente aquí los únicos y más afectados, además de los empresarios del ramo, obviamente son los consumidores, que de seguir así, no dude que regresen a tiempos lejanos y en lugar de gas utilicen leña como combustible, porque no hay bolsillo que aguante esta situación.