Los irrefrenables aumentos en el gas, la electricidad, la carne, el huevo y otros insumos básicos para el sector gastronómico están atosigando a los restaurantes, por lo que los empresarios del ramo se están viendo obligados a actualizar los precios de los platillos para evitar ir a la quiebra, manifestó el presidente local de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), José Álvarez Fernández.
“Por supuesto que nos impacta el alza en el gas por ser un insumo primario para los restaurantes, pero todavía nos afecta más lo que está sucediendo con el precio de la carne de res, pollo, pescado y los mariscos que, en algunos casos, han encarecido su precio hasta en 50%, lo que es algo sumamente gravoso para los negocios”, señaló.
Esas alzas, explicó, no pueden ser absorbidas por los restaurantes y más cuando apenas se empieza a medio salir del efecto de la pandemia, por lo que “no se ha tenido otra alternativa más que la de hacer los ajustes respectivos en los precios de los platillos, porque es eso o dejar que el agua nos siga ahogando”.
El dirigente de la Canirac sostuvo que en estos momentos no hay restaurantes que puedan pasar por alto o “comerse” los aumentos que están teniendo la carne, tanto de res como de cerdo y de pollo, o bien los pescados y mariscos, por lo que contra su voluntad han tenido que trasladar esos incrementos al precio de los platillos y servicios, pues es eso o ir directo a la quiebra automática de los establecimientos y afectar a los trabajadores y sus familias que dependen del sector.
Esta situación, insistió Álvarez Fernández, ha llevado a los dueños de los restaurantes a empezar a subir los precios de los menús, a fin de amortiguar en algo las alzas desproporcionadas que se han presentado de un tiempo a la fecha en algunos insumos básicos, como la carne de res y los cortes que han encarecido al menos un 50%, al igual que el huevo, el pollo y no se diga el gas, que resultan ser insumos importantes para la llamada industria gastronómica.