Aunque oficialmente se informó por parte de las autoridades que se negaría el acceso a los músicos a los camposantos para evitar aglomeraciones el 1 y 2 de noviembre, al final los mariachis y tríos entraron, observándoseles ambientar los cementerios.
La celebración de Día de Muertos se realizó pese a que sigue la pandemia del Covid-19, lo cual no generó desmotivación entre las familias, quienes simplemente tomaron las medidas de seguridad en los camposantos, como el uso de gel antibacterial y cubrebocas.
Por parte de las autoridades, se envió información para que los músicos evitaran trabajar y no crear tumultos en los panteones, pero sin tomar en cuenta dicha recomendación, a algunos se les permitió entrar para cantar en memoria de las personas fallecidas.
Norteños y tríos arribaron con un amplio repertorio musical, las cuales eran las preferidas del difunto, siendo una oportunidad para sus familias de honrarles.
En los pasillos del cementerio se veía a los intérpretes portar sus cubrebocas, quienes acompañaban primero a las familias en oración y después le seguían con las canciones.
En este 1 de noviembre hubo familias que fueron a orar, comer, llorar y otros acudieron para arreglar y renovar las lápidas, con materiales como pintura, escobas y brochas.