En Aguascalientes sí se llega a detectar la presencia de miembros de la delincuencia organizada, aunque éstos entran y salen del territorio estatal al proceder principalmente de los estados vecinos de Zacatecas y Jalisco, reconoció ayer el responsable de la Guardia Nacional en el Estado, Víctor Manuel Lomelí Carrera.
El Estado, aseveró, no es ajeno al problema de la delincuencia organizada que existe y opera en varias entidades del país, aunque la diferencia es que en el caso de Aguascalientes nos llegan de otros estados; “se meten, son detectados y de inmediato salen”, dijo.
En la conferencia que encabezó el titular del Ejecutivo y donde se anunció la construcción del primero de una serie de campamentos y de una unidad habitacional para los elementos de la Guardia Nacional, el inspector Lomelí mencionó que se tiene conocimiento de que existe la delincuencia organizada no sólo en Aguascalientes sino en varios estados del país.
“Con relación a la delincuencia organizada, sí, efectivamente hay conocimiento de que existe, pero no es una circunstancia propia de este Estado, sino de los estados que están alrededor de Aguascalientes, en donde repercute aquí su forma de actuar o su forma de operar, ya sea que se metan, pero son detectados de forma inmediata y se salen, por así decirlo”, subrayó.
El jefe policíaco federal indicó que el trabajo que realiza la Guardia Nacional en el Estado se hace siempre de manera coordinada con el Ejército Mexicano y las coordinaciones policíacas de la Entidad, aprovechando la tecnología de vanguardia con la que se cuenta en el C-5.
Precisó que las acciones que realiza la Guardia Nacional se hacen siempre en colaboración y coordinación con el Ejército principalmente, así como con la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
Se actúa al instante de manera coordinada, sobre todo cuando se detecta alguna circunstancia por el excelente C-5 que se tiene en Aguascalientes, pues de inmediato se activan los protocolos de seguridad para ir tras el objetivo y para garantizar la seguridad de la población y la tranquilidad de todos los habitantes del Estado.