Tardó, lo ansiábamos, pero finalmente llegó: tras varias semanas con el semáforo epidemiológico en amarillo, por fin la Secretaría de Salud federal dictaminó que Aguascalientes pasa a un estado de bajo riesgo de contagio de Covid-19, al color verde.
Pero la verdad es que en prácticamente todo el Estado ya se siente que no hay riesgos por las infecciones por Covid, pues la ciudadanía ha bajado la guardia en el tema sanitario y parece ser que ya no existe la pandemia.
Incluso las autoridades de salud lo reconocen, que la tercera ola de Covid va a la baja, lo cual se mide con el ingreso hospitalario, el número de defunciones y, obviamente, con la positividad de los casos, aunque no es hora de echar las campanas al vuelo, pues cualquier descuido puede ser desastroso.
Los que dominan el tema de salud opinan que la tercera ola de la pandemia no llegó con la fuerza que se esperaba y que se temía en gran parte por la avanzada campaña de vacunación, que a tiros y tirones se desarrolla en el país.
Pero ya lo decía el mismo director de la Organización Mundial de la Salud, el Covid-19 terminará cuando la sociedad lo decida, pues sólo de ella depende que esta pandemia acabe, aunque la responsabilidad es de los gobiernos, pues no todos los mandatarios han actuado con oportunidad en la gestión de la enfermedad, incluso a estas alturas, aquí mismo en nuestro país, las decisiones de las autoridades de salud han sido cuestionadas una y otra vez.
A nivel local las cosas, dicen, están controladas, pues si bien siguen los contagios y las muertes, no se compara con lo registrado en meses pasados. Aquí el asunto a resolver es que la gente no se está cuidando, y aunque se supone que la población adulta ya está inmunizada, hay un sector muy importante que no lo ha hecho y que, según nuestro Presidente, no lo necesita: los niños.
Incluso el Mandatario intentó echar abajo la decisión de un juez federal que ordenó la vacunación a los menores de edad y la respuesta todavía está en el aire.
En fin, llegamos al verde y nuestra obligación es mantener así el semáforo, que supone que todas las actividades se pueden realizar de manera normal, y la verdad es que a casi 2 años de pandemia ya deberíamos estar acostumbrados al autocuidado de la salud.
Pero atención, veamos los ejemplos ajenos: Europa vive en estos momentos la cuarta ola de la enfermedad que parece no tener fin, además sufren un invierno crudísimo que se espera que traiga otro tipo de enfermedades respiratorias, igual que en México con la influenza.
Ojalá que como sociedad nos demos la oportunidad de salir de esta pesadilla que ha significado la enfermedad, que si bien nos ha venido a dar lecciones en todos los sentidos, a veces no las queremos aprender.