¿Cuántas veces los recién casados llevaron a cabo el acto del amor en su noche de bodas? A riesgo de pecar de indiscreción voy a decirlo: tres veces. El dato es fehaciente: lo propalaron los mismos desposados; entre sus amigas ella; con sus amigos él. Agotados los deleites de himeneo ambos quedaron poseídos por el dulce sopor que sigue a la pasión cumplida, y se durmieron en el estado mismo en que se hallaban. Al día siguiente despertó ella, y lo primero que vio fue la entrepierna de su maridito. Al verla se echó a llorar desconsoladamente. Gimió llena de aflicción: “¡Anoche nos la acabamos toda!”. (Nota: La entrepierna)… La noche de Halloween doña Uglicia se puso una nariz de bruja horripilante, color verde y morado, con un piloso lobanillo en la punta y señales de secreciones purulentas. Llegó a su puerta a pedirle dulces una niñita que llevaba también una nariz de bruja. Le dijo doña Uglicia, alegre: “¡Mira! ¡Nuestras narices se parecen!”. “Sí —replicó muy seria la pequeña—. Pero la que yo traigo no es mía”… A Ruiz Cortines se atribuye el dicho según el cual, en la antigua dominación priísta, los gobernadores los debía nombrar el Presidente; los diputados y senadores el gobernador, y los alcaldes, el pueblo. En efecto, los munícipes son quienes más cerca están de la gente; conocen directamente sus problemas y pueden atenderlos con oportunidad. Eso, claro, si disponen de los recursos necesarios para hacerlo. En cierta villa del norte fronterizo de Coahuila los notables del lugar se rifaban la alcaldía. El que perdía la rifa debía hacerse cargo de ella. Los otros, más afortunados, se iban a ganar dólares “al otro lado”, y no afrontaban las dificultades que padecía el desdichado alcalde para satisfacer las carencias de la gente, demandas que en ocasiones debía sufragar con sus propios recursos entre las maldiciones de su mujer y las protestas de sus hijos. El municipio, decía don Venustiano —don Venustiano sólo hay uno, y es Carranza—, es la base de la estructura política de la nación. Debe ser libre, y tanto el Estado como la Federación han de aportarle las sumas que requiere para su sostenimiento y desarrollo. ¿Quién se acuerda ya de eso? A los actuales dueños del poder la figura del Varón de Cuatro Ciénegas les incomoda, pues es recordatorio permanente de la Constitución, a la que ven como obstáculo que estorba sus designios. Ahora los municipios han sufrido por parte de la 4T un drástico recorte en sus presupuestos. Alcaldes del PAN, PRI y PRD protestaron contra ese ataque, y el de Apodaca, Nuevo León, César Garza Villarreal, según reseñó F. Bartolomé en Reforma, dio voz a la justa protesta de los ediles por ese atentado que lesiona gravemente a millones de mexicanos, sobre todo a los que más requieren de la labor municipal. Hasta casi del 40 por ciento han llegado a ser tales reducciones, que tienen prácticamente en bancarrota, a más de la mitad de los municipios de México, incluidos los de MORENA, pues de todos tuvo que salir el dinero para mantener las dádivas que a su vez sostienen al régimen. “Primero los pobres”, ha sido y sigue siendo la monótona cantaleta de AMLO. Pero está claro que su demagógico y populista lema no se refiere a los municipios pobres. ¡Pobres municipios!… Babalucas se asomó a la ventana. Su esposa le preguntó: “¿Cómo está el tiempo?”. “No lo sé —respondió el badulaque—. La neblina y la lluvia no me dejan ver nada”… Don Wormilio es un señor tímido, corto. En el bar un cierto amigo suyo comentó: “A mí me gustan las mujeres con muchas pompas”. Declaró, humilde, don Wormilio: “Yo me conformo con que tengan dos”… FIN.
MIRADOR
Variaciones opus 33 sobre el tema de Don Juan.
Don Juan evoca a las mujeres a quienes amó y que quizá lo amaron.
¡Ah, cuántas fueron! ¡Cuántas!
Muchas de España, claro, lo mismo ardientes andaluzas que luctuosas castellanas y recias hembras de los puertos o de la montaña.
Contó también amantes en Flandes y en Holanda, de largas trenzas rubias y senos opulentos. Las tuvo igualmente en Italia: caprichosas en Nápoles, soberbias en Roma, fieras en Sicilia, todas con ojos negros y profundos y corazón en llamas.
Piensa don Juan en su sillón frailero:
—Fueron muchas.
En su sillón frailero piensa el caballero sevillano:
—Y sin embargo todas fueron una sola.
¡Hasta mañana!…
MANGANITAS
“…‘¡Fuera!’, le gritaron a AMLO
los pasajeros de un jet…”
Vaya a Venezuela o Cuba,
a Nicaragua o Taiwán,
lo mismo le gritarán
en todo avión que se suba.