Ante la ola de suicidios que se registra en Aguascalientes y que desgraciadamente alcanzó desde tiempo atrás a los niños y adolescentes, el doctor Héctor Grijalva Tamayo sostuvo que es urgente que se rescate y reactive el Centro de Salud Mental Cielo Claro, donde se contaba con un equipo profesional de psicólogas especializadas en niños y en atención de suicidios.
“No se pueden cerrar los ojos a lo que está sucediendo con la salud mental de los niños y adolescentes, ni tampoco lo que ocurre en las familias ante el complejo entorno que se tiene, por lo que se necesita estudiar con seriedad el fenómeno, atenderlo y atacarlo desde diferentes frentes”, mencionó el especialista en prevención del suicidio.
“Claro que es no de preocupar sino incluso de alarmar el hecho de que se repitan ahora con mayor frecuencia los suicidios de menores de edad, por lo que se debe rescatar y apoyar de mejor manera y en todos los sentidos el trabajo de la unidad conocida como Cielo Claro”, mencionó el especialista.
Sostuvo que si bien es cierto que siguen siendo un misterio las razones que tiene una persona para quitarse la vida y más en el caso de los menores, sin embargo se sabe que en buena medida la clave está en la descomposición del tejido social, en lo complicado que se han vuelto las relaciones al interior de las familias y también por el ambiente violento en el que se vive.
Atentar contra el instinto de conservación de la vida, que es el más fuerte de los instintos, no tiene explicación, pero cuando sucede en un niño la causa se entiende mejor, pues lo más fácil es atribuirle la responsabilidad a los padres; “es por su culpa, se acusa a la sociedad, las autoridades y la familia, aunque quienes hemos tenido la oportunidad de estudiar casos de niños que intentaron matarse y no lo lograron o aquellos muchachitos que expresan su deseo de morir, aun cuando no lo intentan, sabemos que también en los infantes hay misterio”.
Esto, añadió, porque también se han dado casos de familias armónicas, amorosas y consolidadas que pierden a un hijo por suicidio, y el impacto por ese hecho es devastador, pues los padres, hermanos, amigos, compañeros y hasta los conocidos se sienten culpables, avergonzados y muy enojados por no haber hecho algo o por no haberse dado cuenta de lo que sucedería.
El especialista aseveró que existen también los casos de niños que huyen de la vida porque el ambiente casero es de altísima violencia, ante lo cual, expuso, el reto sigue siendo el de prevenir y resolver la problemática que se vive al interior de las familias, así como crear más unidades de atención psicológica para niños, pues a como están las cosas lo indicado sería que se contara con un centro especializado en cada municipio del interior y con una serie de ellos en el municipio capital.