Tras dar a conocer que al momento se han clausurado en Aguascalientes tres anexos de manera definitiva y otros 29 más han sido suspendidos por diversas irregularidades en su funcionamiento, autoridades sanitarias reconocen que a muchos de esos establecimientos ingresan personas que por su condición son susceptibles a ser enrolados por los grupos delictivos.
Este tipo de unidades de atención a pacientes con problemas de adicción a las drogas se han reproducido y no se descarta que algunos de ellos sean de alto riesgo por lo que sucede al interior, por lo que se está poniendo atención especial para que en lo que corresponde a su operación lo hagan de la mejor manera posible y cumpliendo con todas las normas sanitarias, mencionó el director de Regulación Sanitaria, Octavio Jiménez Macías.
Sostuvo que derivado de las visitas de supervisión que se han realizado a los anexos para conocer las condiciones bajo las que operan los centros de rehabilitación, varios de ellos han sido intervenidos (suspendidos o clausurados) al observarse una serie de irregularidades en su funcionamiento, mismas que van desde la falta de licencias sanitarias hasta las malas condiciones en sus instalaciones y equipos, así como la falta de personal especializado para la prestación del servicio.
“Hasta el momento se tienen revisados 94 de los 105 centros de rehabilitación que están registrados y como resultado de este programa se han suspendido 29 anexos y tres han sido clausurados de manera definitiva por la gravedad de las irregularidades que se detectaron, además de que está agendada para los próximos días la visita de los establecimientos que falta por verificar para ver bajo qué condiciones están trabajando”, mencionó el titular de Regulación Sanitaria.
Sostuvo que la alta demanda de servicio que existe para el apoyo y tratamiento de las personas con problemas de adicción a diferentes sustancias psicoactivas hace que aparezcan por todos lados ese tipo de establecimientos y que muchos de ellos operen de manera clandestina y sin ningún tipo de control, siendo en estos donde se pudieran presentar los riesgos para los internos, como ocurrió en el caso del anexo de Rincón de Romos.