Verificadores de Regulación Sanitaria realizaron el aseguramiento de un lote de casi 300 productos caducados procedentes de las instituciones públicas del Sector Salud, entre medicamentos, material de curación y otros insumos para la salud, que se utilizaban o surtían lo mismo en consultorios privados, empresas e incluso en universidades, lo que podría ser la madeja para investigar la sustracción indebida o el robo hormiga de medicamentos e insumos de las farmacias de las clínicas y hospitales.
Su titular, Octavio Jiménez Macías, señaló que en el operativo de supervisión que se realizó ante las quejas de que en consultorios médicos y de odontología se utilizan insumos y fármacos con fecha de caducidad vencida, se encontraron desde el clásico paracetamol y diclofenaco para el dolor de cabeza, electrolitos, complejo B y otras fórmulas utilizadas por los odontólogos, como es el caso de la hidrocortisona, lidocaína y la ampicilina, entre muchos otros, con la característica de que todos pertenecían a las instituciones públicas del Sector Salud, lo que viene a confirmar el llamado robo hormiga que se da en las farmacias.
No sólo se procedió al aseguramiento de los medicamentos y material caducado, sino que se levantaron las actas administrativas respectivas por su uso, pero además se profundizará la investigación de los casos para conocer la procedencia y la forma en la que llegaron los productos a esos establecimientos, luego de que el empaque de los mismos presentaba la leyenda “Propiedad del sector salud”, explicó el funcionario.
En la supervisión realizada a diversos establecimientos con manejo de productos de salud, entre los que figuran consultorios privados de medicina general, odontológicos, consultorios de empresas y de universidades, se procedió al aseguramiento de 291 cajas o paquetes de medicamentos e insumos, la mayoría de los mismos con fecha de caducidad vencida y otros con fechas vigentes, pero que fueron sustraídos de las instituciones públicas del sector.
Octavio Jiménez precisó que entre los artículos decomisados por los verificadores de Regulación Sanitaria se encuentran senósidos, apósitos, jeringas y guantes de látex estériles, suturas de seda, medicamentos como diclofenaco, nifedipino, metronidazol, complejo B, fluoxetina, electrolitos, paracetamol, hidrocortisona, cloranfenicol, benzocaína, adrenalina, lidocaína, ketorolaco, loperamida, ampicilina, entre otros.
Advirtió que este aseguramiento motiva el inicio de un procedimiento administrativo en contra de los propietarios o responsables de los establecimientos en los que fueron encontrados, pues el artículo 34 del Reglamento de Insumos para la Salud establece que no podrán venderse al público los medicamentos presentados como muestras médicas, original de obsequio y los destinados para uso exclusivo de las instituciones públicas de salud y de seguridad social.