A estas alturas, Aguascalientes, al igual que el resto del mundo, sufre el embate del Covid-19, con una alta cifra de contagios y decesos, además de tener encima la amenaza de la nueva variante Ómicron, lo que ha puesto los pelos de punta en todo el orbe porque nadie sabe los alcances de este virus modificado.
Pero aquí… no pasa nada. A pesar de que médicos confirmaron que sí subieron los casos positivos tras el Congreso Nacional Charro, nuestras autoridades quieren continuar con el jolgorio y el mandatario en turno confirmó que sí habrá Feria Nacional de San Marcos el próximo año, con todo lo que ello implica.
Obvio, al haber Feria hay un beneficio económico prácticamente para todos los servicios, ¿pero, a costa de qué?, ¿de colapsar los servicios de salud?, ¿de que se disparen nuevamente las defunciones como hace un año Cierto, las condiciones han mejorado y el que la gente acuda a vacunarse baja algo la presión, pero no todos están inmunizados, principalmente los niños, por lo que en pasados festejos familias enteras andaban disfrutando de las atracciones y había muchísimos menores de edad que en cualquier descuido se bajaban el cubrebocas, con el riesgo que ello supone.
De hecho, las actividades realizadas en la Isla San Marcos parecieron ser un ensayo de lo que vendrá a ser una Verbena en tiempos de pandemia, con aforos controlados, lo cual, ya se vio en el concierto de Julión Álvarez, es una falacia, pues ahí no cabía ni una mosca.
Ese es el mayor riesgo para que este problema de salud global no se le vea fin, por lo menos en nuestro país, pues para no variar, también las autoridades federales de Salud tienen otros datos y para empezar, ni siquiera van a cerrar fronteras, cuando casi todos los países ya lo hicieron, por lo que se teme que tarde o temprano llegue la temida nueva cepa del Covid.
Además, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, cree que es una exageración lo poco que se sabe de esta nueva cepa y, por si fuera poco, sale el presidente López Obrador a invitar a toda la población a un evento masivo en el Zócalo, hoy, en el marco del tercer aniversario de su toma de posesión.
Lo que preocupa no es la invitación, sino que la gente que va a ir por supuesto que no va a tener los cuidados requeridos para evitar contagiarse del coronavirus, y además, de plano el mandatario dijo que está “prohibido prohibir” y que el uso del cubrebocas no es obligatorio.
Pues llámese Congreso Charro, la Feria de San Marcos o el evento en el Zócalo de la capital del país, todos ellos son caldo de cultivo para que la enfermedad siga expandiéndose, con todo el costo que eso trae para todos los mexicanos.