CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN, puso en marcha un megaproyecto que estudiará el Covid-19. La investigación se basa en la detección, análisis y rastreo de pacientes con el virus, adicionalmente, los especialistas utilizarán tecnología innovadora para identificar las variantes del coronavirus que circulan en algunos de los hospitales de la Zona Metropolitana, Guadalajara, Mérida y Monterrey.
El proyecto que inició el pasado lunes, 29 de noviembre, en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca, contará con la participación de 15 investigadores titulares de las unidades de Zacatenco, Monterrey, Irapuato y de Genómica Avanzada. Se trata de uno de los trabajos más grandes en materia de salud realizados por el IPN, de acuerdo con la institución.
La inauguración comenzó con la toma de muestras nasofáringeas -que auscultan la parte superior de la garganta y detrás de la nariz- y la instalación de equipos que detectan dispositivos móviles con ayuda del bluetooth, éstos recolectan información consensuada de los usuarios para ser utilizada a través de una aplicación que rastrea el contacto con personas positivas al Covid-19, localiza, además, las zonas de alto riesgo de contagio.
Posteriormente, el mismo modelo será replicado, a partir de enero de 2022, en el Hospital 20 de noviembre del ISSTE y el Hospital Juárez, ambos de la Ciudad de México, el Hospital Civil, de Guadalajara, junto algunos otros, de las entidades ya mencionadas. Este proyecto -indica el Cinvestav– traerá mejorías de información con respecto al virus. Los investigadores se prepararon durante 12 meses para hacer tangibles estos esfuerzos.
«Nosotros habíamos planteado realizar pruebas (moleculares basadas en PCR) de detección masiva para este proyecto, pero como actualmente la aparición de variantes del SARS-CoV-2 es un tema trascendental, decidimos emplear esa tecnología no en la detección del virus, sino en la identificación de sus variantes a través de la secuenciación del genoma completo en las muestras que arrojaron positivo. Esto nos permitirá unir esfuerzos con el Consorcio Mexicano de Vigilancia Genómica para reportar las variantes que circulan de manera específica en el entorno de los hospitales que van a participar», mencionó Martha Espinosa Cantellano, secretaria de planeación de Cinvestav y responsable del proyecto.
El ensayo además aportara información sobre el número de anticuerpos neutralizantes, es decir las posibles defensas que tiene el sistema inmunitario frente a la infección por Covid-19, y el porcentaje de población que los tiene, ya que se desconoce información al respecto, de acuerdo con el comunicado, esto supondría una ventaja contra los estudios comerciales.
En el escrito se detalló que éstas investigaciones ayudarán a obtener diagnósticos más precisos y completos para las próximas indicaciones sanitarias.
Dado que es un proyecto primerizo, el personal médico de estos hospitales serán capacitados para la toma de muestras, extracción de ARN, y aplicación de la vacuna. En el caso de las pruebas para analizar los anticuerpos se examinarán en la unidad de Zacatenco, mientras que las de ARN serán enviadas a la Unidad de Genómica Avanzada, para detectar las variantes en las personas positivas al coronavirus.
Ante esto, el director general de La Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), Javier Dávila Torres, destacó que en momentos como este, dónde se registra nueva información sobre la variante ómicron -que se presume, podría ser más peligrosa que la variante delta– el trabajo tiene una mayor importancia, ya que demuestra que los científicos mexicanos pueden favorecer a la salud pública nacional e internacional.
«Lo que mostró esta pandemia fue que el Cinvestav está preparado; somos una institución que cuenta con los recursos humanos e infraestructura para hacer grandes proyectos de respuesta inmediata ante cualquier emergencia sanitaria que se presente en el país», concluyó Martha Espinosa.
El estudio cuenta con el apoyo de otras instituciones como el Fondo Conjunto de Cooperación México-Uruguay, el cual es coordinado por las agencias Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y Uruguaya de Cooperación Internacional.