“La política debería ser la profesión a
tiempo parcial de todo ciudadano”.
Dwight D. Eisenhower
La próxima gobernadora o gobernador enfrentará retos mucho más complejos de los actuales, en razón de la herencia de asignaturas pendientes, la arrogancia autocrática del Gobierno Federal y el inexorable crecimiento poblacional.
Los principales retos –que no excluyen otros menos trascendentes- constituyen la columna vertebral del desarrollo del Estado: economía, seguridad, desarrollo humano y medio ambiente sostenible.
Uno de ellos es el desempleo, agudizado por la pandemia, sumado a la falta de promociones asertivas, la resultante es una atracción de inversiones menor a las del sexenio pasado; veamos algunas referencias. Comparando los empleos formales registrados ante el IMSS (empleos que tienen seguridad social), en el período de cinco años del gobierno de Carlos Lozano al de Martín Orozco, la desaceleración fue del 27 por ciento, esto significa que 3 de cada diez empleos se han perdido.
Implica que el reto deberá ser indexado por el 30 por ciento. Otro dato tomado de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, correspondiente a noviembre del 2021, hoy registramos un nivel de desempleo del 4.8% (en el 2019 era del 4%) de la Población Económicamente Activa (PEA), mientras que la informalidad representa el 37.6% (en el 2019 era del 36.9%) de la población (PEA). Una referencia más, de acuerdo al Índice de Competitividad Estatal elaborado por IMCO, nuestro Estado descendió en el análisis del 2021 a la posición 6; para entender la calificación actual es necesario conocer cómo estábamos clasificados en el año del 2014, posición 3.
La tasa de crecimiento poblacional estatal es del 1.9%, mucho menor a la de hace dos décadas que era del 4.2%; sin embargo, algunos municipios tienden a crecer de manera más acelerada, lo que obliga a la consolidación de la metrópoli conformada por el corredor Aguascalientes, Jesús María y San Francisco de los Romo, que está creciendo a un ritmo del 5.8%, Jesús María al 2.8% y Aguascalientes al 1.8%, esto demanda recursos económicos que sólo el Estado puede aportar, de los ingresos estatales anuales sólo el 11% son ingresos propios, el 1% se obtiene de financiamiento y el 88% proviene de la Federación, lo que significa que los huevos de la canasta están depositados en la Federación, de ahí se desprende que la relación Estado-Federación será tema vital de la próxima administración.
La movilidad es asignatura pendiente, compuesta de infraestructura vial y sistema de transporte, la propuesta del actual Gobierno Estatal ha sido cumplida parcialmente; de acuerdo a datos del INEGI, al año 2020 se tenía un padrón estatal vehicular 676 mil 375 unidades motoras, con una población de 1 millón 425 mil 607 habitantes, lo que significa que por cada dos habitantes existe un automotor, un parque vehicular alto. Siendo la capital la que concentra el 85 por ciento del total de los habitantes, se requiere de la adecuación de vías terrestres para brindar flujos continuos y seguros, fue así que se planeó convertir al Segundo Anillo de Circunvalación en circuito fluido, siendo promesa incumplida, quedaron pendientes pasos a desnivel. El sistema de transporte urbano y semiurbano terminó en el despojo de una empresa -Línea Express- para sumarla a una sola empresa operadora, lo que al cierre del año no sucedió. La movilidad de casi 300 mil personas en camiones urbanos sigue siendo deficitario, mientras que la conectividad en los municipios es inexistente, y la conexión intermunicipios se realiza en sistema de combis, por demás costoso y riesgoso.
El fracaso de las políticas de desarrollo social se ve reflejado en el crecimiento de los índices de delitos porque el núcleo social se fragmentó al no brindar el Estado las condiciones propicias para el sano crecimiento y desarrollo, por ello la violencia familiar, delitos sexuales, suicidios, alcoholismo, drogadicción y divorcios son los certificados gubernamentales. El rompimiento del tejido social es motor para el enganche de los jóvenes en las adicciones, así fue que el delito de narcomenudeo creció casi 200 por ciento en este Gobierno, detonando el robo, alternativa del adicto para mantener el vicio. Además, la creciente demanda de narcóticos atrae a las bandas de la delincuencia organizada que han visto al Estado como tierra fértil para sus actividades por el crecimiento en la demanda de drogas. La presencia –documentada- de tres cárteles nacionales en el Estado, la lucha fronteriza por territorios, la permeabilidad de policías y agentes del Ministerio Público es problema a resolver.
Otra variante en el tema del desarrollo social es la política de dotación de tierra urbanizada y vivienda social, que en este sexenio fue imperceptible, permitió el acaparamiento de vastas extensiones a manos de particulares que inflaron los precios de la tierra, haciendo inaccesible a los sectores poblacionales de bajos recursos adquirir una vivienda, hacinándose familias en una sola vivienda, con las consecuencias ya conocidas de violaciones, incestos y agresiones sexuales.
La sustentabilidad hídrica es un tema más de Estado, no sólo la capital acusa sequía y contaminación del agua por minerales existentes a grandes profundidades de donde se extrae el líquido, son la mayoría de los municipios. El tratamiento, uso y reúso del agua municipal es prioridad para vencer la demanda de agua potable, sumado al costo de la dotación, potabilización y conducción otra cuestión de ingente intervención.
Los sucintos retos planteados deberán ser tema de debate o inclusión en las propuestas de campaña, mientras que la ciudadanía está obligada a mantenerse atenta y exigente a la solución de los problemas que palpamos día a día o resignarnos irremisiblemente a vivir en un Estado que perdió calidad de vida.
Primera llamada.