Justo hoy se cumple un año de que falleció el Obispo José María de la Torre Martín y aún no se ha definido quién será su sucesor.
Luego de una larga agonía tras contraer Covid-19, del cual aseguran que se infectó en una comida con el gobernador, Monseñor De la Torre, un hombre siempre polémico porque no tenía filtros para expresar lo que pensaba, falleció, dejando en la orfandad espiritual a los sacerdotes que pertenecen a esta Diócesis.
En estos 12 meses quien ha sido el administrador diocesano es el padre Juan Gabriel Rodríguez Campos, quien durante mucho tiempo fue director de la Ciudad de los Niños y que si bien ha hecho una extraordinaria labor, es necesario que sea designado el nuevo Obispo.
Pero todo en su momento, dice el vocero de la Diócesis, quien señala que la Santa Sede tiene sus tiempos y sus formas, pero lo que sí es un hecho es que no es común que se tarden tanto tiempo en designar a quien ocupará su lugar.
La sede vacante es designada directamente por el Papa y toma en cuenta varios factores, siendo el más importante, tal vez, que se busca un sacerdote que tenga un perfil idóneo y que pueda solventar las necesidades de la Diócesis, pues quien sea designado será pastor de la gran Diócesis de Aguascalientes que se divide en 124 parroquias, y comprende los municipios de Ojuelos y Villa Hidalgo, parte de Teocaltiche, Encarnación de Díaz y Lagos de Moreno, en Jalisco, así como parte de los municipios de Loreto, Villa García y Pinos, en Zacatecas, y obviamente Aguascalientes.
Mucha de la población de nuestro Estado es católica y aunque no se ve particularmente afectada por la ausencia de un Obispo porque las funciones las realiza el administrador diocesano, también se siente inquieta porque no sabe por qué, a largos 12 meses de la muerte de José María de la Torre, no se ha encontrado quién reúna los requisitos necesarios para ocupar tan digno cargo.
En la historia de Aguascalientes varios han sido los Obispos que han dirigido la Diócesis y, aunque no todo ha sido miel sobre hojuelas, la gran mayoría de las veces esta porción de la Iglesia ha estado tranquila y trabajando en paz, más ahora, que tanto se necesita un apoyo espiritual ante tantas cosas que se han venido sucediendo una tras otra, por ejemplo la pandemia y el desempleo, pero sobre todo la espantosa ola de violencia que coloca a la población de Aguascalientes en un estado vulnerable.
A un año de la sentida partida del Obispo anterior, quién quita y en una de ésas se dé la buena noticia de que ya hay un nuevo Prelado, aunque por ahora seguiremos esperando a que el Papa Francisco designe al sucesor de José María de la Torre Martín, pues esto se traduce en que encontró al sacerdote que reúne todos los requisitos para poder atender a esta gran comunidad eclesial.