Tan activa y peligrosa se encuentra la tercera ola de la pandemia en Aguascalientes, que tan sólo en la primera mitad de este mes de diciembre provocó la muerte de 110 personas y el contagio de un total de 876, con lo que ya suman casi 38 mil infectados desde la llegada del coronavirus a la Entidad.
De esta manera y mientras que en los registros locales se reconocen únicamente 22 muertes en la primera quincena de diciembre, la Dirección General de Epidemiología de Salud Federal reporta el deceso de 110 personas, es decir, casi 350% más de defunciones en comparación a las que registra el ISSEA.
Con los 110 confirmados por las autoridades federales y que corresponden al período del 1 al 15 de diciembre, el saldo mortal de la pandemia llega a las 4,377 personas fallecidas por los ataques de los peligrosos bichos asiáticos.
El aumento en la incidencia de contagios o de casos positivos no se queda a la zaga, puesto que en el período de referencia se sumaron otros 876 y con ello el saldo se disparó a 37 mil 956 personas infectadas, aunque por fortuna la mayoría de ellas han logrado sobreponerse a los ataques de las diferentes variantes del Covid-19.
Si bien es cierto que la pandemia se encuentra en una fase de meseta o subibaja, no deja de ser preocupante el hecho de que comienzan a presentarse de nueva cuenta esos picos que son los que impactan en la operación de los hospitales por la creciente demanda de camas para pacientes delicados o muy graves.
El caso más preocupante resulta ser ahora el del Hospital Hidalgo, puesto que tiene ya poco más de un mes (desde el pasado 9 de noviembre) que se reporta con escasa disponibilidad de camas con ventilador en el área de terapia intensiva, siendo éste un claro indicador de la peligrosidad de los contagios y más cuando las personas infectadas presentan algún otro problema de salud no complicado, como pudiera ser el caso de la diabetes, hipertensión o la obesidad.
Esta situación está provocando que en el Hospital Hidalgo no sólo el área de cuidados intensivos, sino que ahora también en piso, donde hay camas con ventilador, vaya creciendo la ocupación y reduciéndose en consecuencia la disponibilidad de espacio para la recepción de pacientes infectados.