Otra vez Aguascalientes se coloca en el top ten, pero no para algo bueno, sino que ahora el Estado se encuentra entre las cinco Entidades más afectadas por la pandemia, ya que según datos revelados por el INEGI, el 40 por ciento de los negocios pequeños y medianos bajó las cortinas de manera definitiva.
Y no lo dudamos, porque a estas alturas, a casi dos años de la llegada del Covid-19 a territorio nacional, en varios puntos de la ciudad e incluso del interior del Estado, se ven negocios cerrados, pues no resistieron los estragos del problemón de salud pública que surgió de la nada y al que todavía no se le ve el fin.
Muchas empresas tuvieron que declararse en números rojos, porque con los confinamientos obligados para contener la expansión de la contagiosa enfermedad, pocos empresarios pudieron seguir manteniendo intactas las nóminas, aunque algunos, los menos, lograron conservar los puestos de trabajo a tiros y tirones, ya con ahorros personales, ya con préstamos y hasta pidiendo fiado a proveedores.
Pero, a despecho de las cifras preocupantes, también Aguascalientes registró un boom de nuevos negocios, pues también, a la llegada del coronavirus y ante la pérdida de miles de plazas de trabajo, la gente tuvo que reinventarse y usar los recursos a la mano para emprender.
Surgieron como hongos los negocios de artículos de primera necesidad en estos momentos, como la venta de gel, desinfectantes, cubrebocas y todos los insumos de seguridad, así como de venta de comida, pues fue lo que la mayoría de mujeres hizo para sostener la economía familiar.
Y este fenómeno se puede palpar en redes sociales, donde abundan comercios de todo tipo y para todos los presupuestos, lo que de alguna manera ha venido a aminorar la necesidad de contar con un ingreso para la subsistencia de las familias, aunque a despecho de los comerciantes establecidos, quienes se quejan de este tipo de negocios porque no pagan impuestos, derechos, personal, seguridad social, en fin, todo lo que las empresas tienen que aportar haya o no ingresos.
Lo que deberían hacer los comerciantes en tiempos de pandemia, sean establecidos o no, es inventar estrategias, promociones, y aprovechar que hay liquidez en estos momentos, porque la temporada navideña es, por excelencia, época de derroche y se entiende, pues todo el año se pasa uno limitándose en gastos que cuando llega la temporada de aguinaldos y ahorros pues simplemente se aprovecha y esto se ve, pues por poner un ejemplo, al menos en los centros comerciales del norte de la ciudad los negocios están a reventar y hay gente que intenta hasta con desesperación ingresar a donde se encuentran las tiendas para poderse hacer de los regalos navideños.
Entonces, la situación es variopinta para los comerciantes, pues definitivamente la pandemia vino a romper todo lo establecido, por lo que lo único que queda es ir adaptándose a los nuevos tiempos, para bien de toda la sociedad.