Dan el último adiós a don Manuel, taxista quien fuera asesinado, una víctima más de la delincuencia que día a día empieza a ganar terreno en esta ciudad.
Con una caravana en la que participaron más de un centenar de taxis tradicionales y de plataforma, amigos y familiares acompañaron a don Manuel a su última misa que fue celebrada en el Santuario de Guadalupe y donde el Padre Ramiro Pérez Martínez brindó un mensaje de apoyo y esperanza, “la Iglesia los abraza, a su esposa, hijos, hermanos, a todos, querida familia, con tristeza y con dolor, sabemos que se siente como si nos arrancaran el corazón, pero confiemos mucho en la palabra que nos dice: ‘en las manos de Dios no nos alcanzará ningún tormento’, y hoy Manuel ya está en un mejor lugar”
Manuelito, como muchos de sus amigos le llamaban, fue un hombre muy querido, amor que le manifestaron hasta el último momento en esta Tierra, con un templo lleno, rostros de dolor e impotencia. Mujeres, hombres y niños rezaban como si su oración les fuera a regresar a esa persona que tanto amaron, y aunque tal vez no lo verían más, rezaban con la esperanza de mitigar su dolor, su madre, hijos y hermanos, quienes con llanto y desesperación entregaron su alma al Creador.
El sacerdote, humano y cercano, expresó palabras de aliento y entre cantos fúnebres, incienso y agua bendita realizó el ritual de las exequias para ser llevado a darle la cristiana sepultura.
Hoy, los restos de José Manuel de Lira, entre flores blancas, descansan en paz en el Panteón Municipal de la Asunción de esta ciudad, que no pudo salvarlo de la mano de la delincuencia
La lucha seguirá. Compañeros del gremio, amigos, hijos y familiares seguirán pidiendo justicia y con ello honrar su memoria.