¿Ahora sí cunde el miedo por el contagio del Covid-19?… Pues eso parece, porque clínicas y hospitales del IMSS registran saturación de personas que quieren saber si están infectadas.
A esto agréguele que el Hospital 1 y el Hospital Hidalgo están al borde del colapso por la alta demanda de hospitalizaciones de pacientes infectados y que se les ha complicado el padecimiento, por lo que hay escenas que no se habían visto en casi dos años desde que llegó la pandemia al Estado.
Ahora sí que vacunado o no, todo mundo es propenso a contraer la enfermedad, ya sea por primera vez o varias, como les ha pasado a algunos. Ya lo comentábamos anteriormente, este tema es inagotable, porque apenas el asunto medio se estabiliza y ya surgió una nueva variante, como el Ómicron, pero resulta que descubrieron otra, ahora en Francia y que se llama Ihu, o sea, que esto no se vislumbra que acabe pronto.
Aquí en el Estado parece ser que ahora sí le preocupa a la sociedad la cuarta ola, que viene con fuerza y que agarra a la Entidad en semáforo amarillo y, por lo que se ve, pronto podría retroceder aún más y además, en pleno regreso a clases y que no sería descabellado que se retornara de manera integral a las clases virtuales, que de hecho en la gran mayoría de escuelas así se está haciendo.
Y aprovechando la ola del Covid y del miedo colectivo, y ante la saturación de los módulos de diagnóstico en hospitales del Sector Salud, los beneficiados son los laboratorios privados y farmacias, pues tienen agenda llena para realizar las pruebas de detección de la contagiosa enfermedad, tanto, que reportan químicos en los que se ha disparado su demanda hasta 400 por ciento.
Cualquier síntoma de la enfermedad, ya de todos conocidos, es un foco rojo para muchos y van a hacerse la prueba, pero lamentablemente en los tumultos, como en las jornadas de vacunación, no se guarda la sana distancia, por lo que si no estaban contagiados, pues ahí corren el riesgo serlo.
Ahora se teme que vuelva a aumentar también la demanda de oxígeno, indispensable en casos graves de la enfermedad y se espera y se desea que no empiecen las compras de pánico.
Y es que todo se juntó: la temporada invernal, el Covid con sus variantes, y por si fuera poco, la influenza, que también está en ascenso en la Entidad, aunque para esta enfermedad sí hay vacunas disponibles para toda la población, pero ni así se acude a inmunizar.
Por lo que se ve, después del gusto viene el susto y después de tantos festejos y reuniones, cosas peores veremos, pues de cumplirse los pronósticos, aumentarán los contagios y las consecuentes hospitalizaciones, por lo que podría verse en riesgo el Sistema de Salud ante la gran demanda.
Y como colofón: el mismísimo secretario de Salud, doctor Jorge Alcocer, recetó tecitos, VapoRub y paracetamol para los niños contagiados, además de la cerrazón a vacunarlos. ¿Así o más grave el asunto?