“Tenemos todavía un componente de Delta, pero lo más probable es que en Aguascalientes ya circula la variante Ómicron de Covid”, dijo el infectólogo Francisco Márquez, tras advertir que no están dadas las condiciones para un regreso a clases seguro ante el incremento de Covid en el Estado, derivado de la realización de eventos masivos y ante la falta de vacunación a los menores que aún no ha sido aprobada.
“No es la mejor decisión”, dijo respecto del retorno a las aulas.
En tanto, los maestros apenas recibirán el refuerzo de la vacuna y, por lo tanto, la actitud de las autoridades estatales es discordante con la situación que viven los maestros y la sociedad por la alta incidencia de este padecimiento que dentro de poco empezará a desbordar los espacios hospitalarios en el Estado, porque el Ómicron es altamente contagioso, “pero no creo que tipifiquen a todas las pruebas que se hacen si salen positivas, no creo que le pongan Ómicron cien por ciento, al menos ese dato yo no lo he recibido de la Secretaría de Salud en cuanto a que las pruebas que salen positivas, qué tanto porcentaje tienen de Ómicron”.
Dijo que aunque aquí no se hacen detecciones de Ómicron, sino que se pide apoyo a instituciones de salud a nivel nacional, lo ideal sería que ya se empezaran a aplicar, más que nada por el factor del tiempo, pues entre más rápido se hagan y se obtengan los resultados, más pronto se dará la atención al paciente de manera adecuada.
Lo ideal es que en Aguascalientes existiera el reactivo para detectar esta nueva variante, destacó, “pero la realidad de lo que se está viviendo es que ya en Estados Unidos y algunos países de Europa y Canadá, por ejemplo, se están preparando por el impacto de Ómicron y han tenido muchos casos; se considera que uno de cada 100 pacientes que se presenten tendrá Ómicron, y estamos viviendo un riesgo de saturación de servicios de salud y más o menos una demanda de atención médica del 30 al 70 por ciento de los que se enfermen; entonces, esto habla de una cantidad de personas con necesidades de atención que nos superan en capacidad”.
La recomendación es seguir con las medidas de protección: cubrebocas, sana distancia, distanciamiento social y lavado de manos.
“Las vacunas, en la situación que van y debido al comportamiento de la pandemia y el surgimiento de variables de preocupación, da la impresión de que las vacunas no van a ser la solución para esto. Sí mitigan, bajan la mortalidad, pero no se está rompiendo el círculo vicioso de la pandemia, y si bien la mortalidad por Ómicron no es más alta que con la cepa original o con Delta, se puede comportar de una manera semejante por el número de infecciones, es decir, tener muchos enfermos, y si hay muchos enfermos, tener mayor probabilidad de decesos”.
En cuanto al regreso presencial a clases, dijo que no es oportuno porque “estamos desfasados en las acciones, y si bien tenemos la impresión de que Delta todavía no nos está dando problemas, sabemos que estamos limitados para afrontar su presencia; sí debemos considerar todo este tipo de acciones como algo que puede permitir la propagación de la cepa circulante, la que sea. Entonces, lo que están haciendo otros países, ya con la recomendación, es empezar a dejar otra vez clases en línea, y la actividad, dejar de funcionar. En todo caso, en actividades esenciales el regreso en siete días de aquellos que no tienen síntomas, y los que tienen, regresar 72 horas después de que hayan desaparecido los síntomas”.
En cuanto a la postura del SNTE sobre que no hay condiciones para el regreso y la insensibilidad gubernamental para imponer el regreso presencial, dijo que en efecto, esto va de la mano con la aplicación de la segunda dosis para los maestros, y obviamente bajar la vacunación a la población infantil; “esto debe ir de la mano con el regreso a clases, y si no tenemos esas condiciones, obviamente no es la mejor decisión regresar a las clases presenciales; en tal sentido, necesitamos ser concordantes con lo que ya nos están avisando, por lo que ocurre en otras partes del planeta”.
Matilde Arteaga