CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- Antes de las escenas violentas en la nueva entrega de «Rebelde», Alejandro Puente se ponía de acuerdo con sus compañeras para que no se lo tomaran a mal.
El actor, quien da vida al antagónico Sebastián Langarica, indica que durante las grabaciones todo el elenco se llevó tan bien, que por respeto entre ellos y sin órdenes de la producción, platicaban previo a una secuencia con golpes o empujones.
«A Azul (Guaita Bracamontes, Jana en la historia) le decía: ‘aquí te voy a empujar’ o a otro personaje que me iba a dar una cachetada le comentaba que me la diera para que sonara fuerte, claro, sólo una vez para no repetir», recuerda divertido.
«Lo bonito fue encontrar a artistas tan apasionados que los hace seres humanos amorosos, podíamos bromear, como amigos jugar y cantar, de repente al llegar a la ficción, saber que podían lastimarte y entender que era ficción», agrega.
La serie se grabó durante la primera mitad del año pasado y, debido a cuestiones sanitarias por Covid-19, el crew era un grupo aislado, lo que afianzó la relación entre las actrices y actores, considera Puente.
El histrión saltó mediáticamente con la serie «El club» y el año pasado, en el marco de Feratum, festival de cine de género, se estrenó la cinta «Mírame», su primer filme.
En «Rebelde» comparte créditos, entre otros, con Giovanna Grigio, Franco Masini y Sergio Mayer Mori, bajo la dirección de Santiago Limón («La casa de las flores» y «Cindy la regia»).
Puente conoció la telenovela original de «Rebelde» gracias a la música, porque en su casa no dejaban verla.
«Mi personaje es completamente nuevo, se creó desde cero. Veo los comentarios en redes sociales y algunos lo aman y otros lo odian», dice quien en su infancia estudió violín.
«Ahora el poder estar actuando y relacionado con la música, fue algo que me decidió para aceptar estar ahí», recalca.
Puente desconoce si habrá segunda temporada de «Rebelde», disponible en la plataforma Netflix.