CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- En 2022 Latinoamérica y el Caribe registrará un contexto externo menos favorable y una fuerte desaceleración del crecimiento, por lo que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ajustó a la baja las expectativas de crecimiento para México y la región.
En agosto del 2021, para América Latina y el Caribe, la CEPAL estimó 2.9% de crecimiento en 2022 para la región, pero redujo esa cifra a 2.1%, aún considerando que en 2021 crecieron 6.2%.
Para México, hace aproximadamente cinco meses, la Cepal calculó un crecimiento en 2022 de 3.2%, pero lo redujo a 2.9% ante las circunstancias y el desempeño del 2021 al calcular que la economía creció 5.8% el año pasado.
Las economías con mayor crecimiento en 2022, de acuerdo con la Cepal, serán Panamá con 7.3%, República Dominicana 5.5%, Honduras 4.5% Guatemala 4.3%, El Salvador 3.8%, Colombia 3.7%.
Las previsiones para Perú son de 3%, Argentina 2.2%, Chile 1.9%, Brasil 0.5%, Venezuela 3%, Bolivia 3.2 y Uruguay 3.1%, entre otras.
De acuerdo con el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2021 que hoy presentó la secretaria Ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, el mundo registra «incertidumbre y profundas asimetrías entre países desarrollados y en vías de desarrollo en: Capacidad de respuesta de políticas macroeconómicas, productivas, sociales y de salud, con divergencias en la velocidad y recuperación respecto a crecimiento e inversión».
Por el desempeño visto en 2021 y si se considera la capacidad de respuesta las «economías avanzadas serían las únicas que retomarían la trayectoria de crecimiento prevista antes de la pandemia en 2022».
Mientras que las emergentes la retomarán hasta el 2025, lo que también tiene que ver con el menor crecimiento de las grandes economías, Estados Unidos y China, además de un contexto financiero incierto y más restrictivo.
En el caso de Latinoamérica y el Caribe «enfrenta un contexto externo menos favorable y fuerte desaceleración de crecimiento, menor espacio fiscal, presiones inflacionarias y volatilidad cambiaria».
En 2021 hubo una depreciación de las monedas con respecto al dólar, además de que la inflación en la región, excepto Argentina, Haití, Surinam y Venezuela, alcanzó el 7.2%.
Además de baja inversión y productividad, lenta recuperación del empleo y persistencia de los efectos sociales provocados por la crisis, por lo que sugieren impulsar el crecimiento vía políticas fiscales y monetarias.