“La nación fue construida con hitos, mitos, símbolos y héroes”.
Rodolfo Franco
“El héroe desconocido” es un libro de la autoría de Miguel Alemán Velasco, hijo del presidente de mismo nombre. El libro cuenta la forma en que un ciudadano de un pequeño e insignificante pueblo crea la historia en la que perfila a su ancestro como compañero de Benito Juárez, construye un héroe del que nadie conoce sus andanzas, el pueblo lo adopta y se tiene razón y motivo para honrarlo.
Luis Donaldo Colosio Murrieta fue un funcionario de la administración de Carlos Salinas de Gortari, al que su partido lo postuló y luego lo sacrificó para mantener el statu quo. A su muerte, de mártir del PRI pasó a héroe nacional, por eso se construyeron asociaciones, centros de estudio, círculos académicos, corrientes políticas, una foto con Colosio valía tanto como una foto con el Papa. En realidad poco se tiene del legado de Colosio; una chaqueta perforada y ensangrentada, un discurso, la pegajosa canción de la culebra, un asesino que no es el asesino que la cuarta transformación pretende sacarlo de la cárcel, y un enorme cúmulo de fantasiosas historias de cómo nos hubiera ido con Colosio y no cómo nos fue con Zedillo.
Respetando el trabajo y la memoria de Colosio, lo tangible es que su nombre se colocó como el de un héroe, como un mártir político y como referente aspiracional de cambio político.
A esa sombra se encuentra el autócrata de Palacio, que día tras día, discurso tras discurso, evento tras evento, busca posicionar a su corcholata Claudia Sheinbaum, una mujer de rostro adusto, sexagenaria y de carácter amargo, es la mejor carta del Presidente para continuar en el poder después del 2024 y consolidar la cuarta transformación.
Pero la Ciudad de México no es todo México, desde la sultana del norte, capital del capital económico del país, surgió un personaje que comienza a llamar la atención, se trata del presidente municipal de Monterrey, militante de Movimiento Ciudadano y de apellido Colosio. Efectivamente, Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo de Luis Donaldo y Diana Laura, fallecida al poco tiempo de la tragedia de Lomas Taurinas. Luis Donaldo ya eclipsó a las casas encuestadoras.
Las mediciones de las preferencias para elegir candidato rumbo a la elección del 2024 que se están realizando, lo colocan en promedio, a sólo 18 puntos debajo de Claudia, una diferencia pequeña si tomamos en cuenta el sentimiento del Presidente por ella.
Dentro de MORENA, Claudia (la favorita) tendrá que ‘vencer’ a Marcelo Ebrard, de 63 años, ex-militante del PRI, diputado por el PVEM y ex-militante del PRD. A Ricardo Monreal, de 62 años, ex-priísta, perredista y ex-diputado por Movimiento Ciudadano, el propio López Obrador ya lo hizo a un lado.
El foco de alerta lo han llamado los analistas políticos como el ‘factor Colosio’. Joven (tiene 36 años), de trato afable, rostro fresco, abogado, ex-diputado local por Nuevo León, militante de un partido que se denomina la tercera vía, partido (hasta hoy) con más positivos que negativos, representa la alternativa para los jóvenes que no se identifican con la gerontocracia de Palacio que tienen la mirada puesta en el pasado, mientras que los jóvenes apuntan al futuro.
Claudia arrancó sola, luego de que Ricardo Anaya prefirió el destierro antes que el encierro cuando le volvieron a enderezar la denuncia penal por los presuntos moches para autorizar la bancada del PAN la Reforma Energética, denuncia que está sostenida por los alfileres del señor del pato laqueado del Hunan, que ahora lo eructa en el penal.
De modo que parecía tratarse de una carrera presidencial en solitario, hasta que aparece el joven Colosio, fenómeno social ya denominado ‘el factor Colosio’, también podría ser el caballo negro de la 4T, o el candidato de la esperanza.
A Claudia se le apareció la sombra de Colosio.