CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- Francisco Barnés de Castro, ingeniero químico y exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), advirtió que aprobar la reforma eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, «sería un gravísimo error de consecuencias incalculables».
Al participar en el foro 5 del Parlamento Abierto sobre la reforma eléctrica, denominado «Creación de la CFE y electrificación nacional, nacionalización de la Industria Eléctrica, liberación de la generación y comercialización eléctrica; participación del sector privado en la Industria Eléctrica«, Barnés de Castro enlistó los motivos por los que considera que la iniciativa no debe avalarse.
Explicó que la propuesta es más restrictiva para el sector privado sin que haya un estudio serio que demuestre que la inversión privada dañe a la economía nacional o perjudique a los usuarios, «mientras que sí hay muchos estudios que demuestran lo contrario».
También advirtió que la reforma que impulsa Morena cancela el derecho de los usuarios de contratar y recibir electricidad de otras fuentes de suministro diferentes a la CFE, lo que va en detrimento de la competencia, además de que representa un cambio radical en el modelo de negocio de más de 800 centrales eléctricas privadas, «lo que es violatorio de nuestro marco legal y de los acuerdos internacionales».
Barnés de Castro sostuvo que con la iniciativa presidencial también se cancelan todos los permisos de generación y todos los contratos celebrados por la CFE, afectando a cientos de inversionistas nacionales y extranjeros, lo que generará arbitrajes internacionales.
«Todas las intenciones de inversión en nuestro país lo estamos tirando por la borda», aseveró.
De igual forma, enlistó entre los contras, que la reforma eléctrica cancela sin previa resolución judicial los permisos de centrales legadas con permiso de autoabastecimiento. Todo ello, señaló, generará sobrecostos para la CFE por más de 3 mil millones de dólares por año «que pagaremos todos los mexicanos».
Aseguró que de avalarse la propuesta, va a ser imposible cumplir con las obligaciones y los compromisos internacionales para energías limpias y emisión de gases de efecto invernadero. El exrector pidió a las diputadas y a los diputados no aprobar la reforma, y tampoco echar por la borda el modelo actual, que sostuvo, tiene grandes errores pero puede mejorarse.
«La propuesta de reforma eléctrica debe ser rechazada en todos sus términos por el grave daño que causaría al sector eléctrico, a la propia CFE, a las finanzas públicas, a la confianza de los inversionistas y a la economía nacional».
«No se puede improvisar, todos los sistemas exitosos del sector eléctrico responden a un modelo y a un diseño cuidado y consensuado. No hay modelos únicos ni perfectos, incluso algunos son desastrosos, pero a pesar de ello, los modelos no se tiran los modelos por la borda, solo se hacen los ajustes necesarios para robustecerlo», indicó.