Hoy se festeja el Día del Amor y la Amistad, una fiesta esperada por muchos, especialmente por los comerciantes, que ven en ésta y otras fechas importantes de celebrar, el respiro tras casi dos años de pandemia.
Este día se caracteriza por ser uno de alto consumo, pues es una fecha ideal para regalar un detallito a la gente que se ama o que simplemente se aprecia, pero que tiene un valor significativo para quien da, pero sobre todo para quien lo recibe.
En particular este año se ha visto que la mayoría del comercio, además de la infaltable informalidad, se da a través de las redes sociales, que se han visto inundadas de venta de regalos y promociones, pues evidentemente se tiene que aprovechar cualquier oportunidad para reactivar la economía.
Ayuda sobremanera que ya todas las actividades, entre ellas las comerciales, están abiertas al 100 por ciento, pues el nuevo decreto de movilidad a raíz de que Aguascalientes entró al semáforo epidemiológico en color rojo, ya quedó atrás, y prácticamente ya todo se maneja a nivel prepandemia.
De hecho, es tal la normalidad en las actividades que hoy se regresa a clases presenciales, a pesar del choque de declaraciones entre el gobernador y el sindicato magisterial, pero eso es otra historia.
Por lo pronto, ya desde ayer se veía un intenso movimiento por todos lados de la ciudad, no se diga el Centro, que estaba a reventar de gente que buscaba ávidamente un regalito por el Día de San Valentín.
Y esa misma actividad se espera en restaurantes, en hoteles, en florerías, pastelerías, centros comerciales, en tiendas de regalos, en fin, en donde la variedad de presentes es lo que sobra y cuyos precios oscilan para todos los bolsillos.
Una particularidad que tiene este día, como ya lo comentamos líneas arriba, es que este año el auge comercial se vive en las redes, pues hay nuevas formas de celebrar, obligadas por la enfermedad que no termina ni se estabiliza.
Ahora los comerciantes se ven obligados a utilizar su ingenio, pues la compra-venta en redes, aunque esté en auge, es complicada, porque al no tener un punto fijo de venta, se tiene que innovar, participando, sobre todo los emprendedores, en bazares, en ferias, en exposiciones, en fin, en cualquier lugar que sea paso obligado de posibles compradores, como ayer se vio en el Jardín del Encino y en el Jardín de San Marcos, donde podía encontrar de todo un poco.
Cómo olvidar aquella frase publicitaria de la Profeco, conocido en ese entonces como el Instituto Nacional del Consumidor, que lanzó en los Medios de Comunicación hace ya 40 años y que decía: ‘regale afecto, no lo compre’, pero qué tal que además de mostrar nuestro cariño con nuestra presencia y acciones, si tenemos la oportunidad de hacer un presente ayudaríamos a reactivar el comercio local, que tanta falta le hace en estos momentos tan complicados para todos.