La misión de Monseñor Juan Espinoza Jiménez al frente de la Diócesis de Aguascalientes es “enseñar, santificar y regir” por el camino de Dios a la feligresía hidrocálida, señaló el Cardenal Francisco Robles Ortega, quien sostuvo que sin duda su llegada “le hará mucho bien” al pueblo hidrocálido.
Tras participar de la toma de posesión de Monseñor Juan Espinoza Jiménez como Obispo de la Diócesis de Aguascalientes, el Cardenal Francisco Robles sostuvo que este es un acontecimiento muy importante para Aguascalientes, sobre todo tomando en cuenta que habría pasado ya más de un año desde que esta Diócesis se quedó sin su Obispo, ello tras el lamentable deceso de José María de la Torre Martín.
En ese sentido, dijo, “el principal compromiso es edificar la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo predicando la palabra, santificando a los fieles con los sacramentos y conduciendo la grey por los caminos del Evangelio; esa es la misión del Obispo: enseñar, santificar y regir”.
Mencionó que el Papa Francisco le ha confiado una misión muy importante para guiar al pueblo de Aguascalientes y sobre todo para darle un nuevo impulso a la Iglesia Católica en la Entidad. “Esta misión que el Señor le confía después de su fecundo ministerio lo asuma con el gozo que se dé, que lo están recibiendo y aceptando para edificación de la Iglesia; esta Iglesia de Aguascalientes es una Iglesia viva, una Iglesia pujante, y creo yo que la presencia de su nuevo pastor le va a dar un nuevo impulso a ese proceso que lleva, entonces, que el Señor lo bendiga y que le haga mucho bien”.