Ya lo dijo la mismísima maestra Elba Esther Gordillo, “genio y figura, hasta la sepultura”, por lo que tras su caótica boda, el pasado fin de semana, anunció que regresará a la política, de la que tuvo que ausentarse por estar encarcelada.
Elba Esther, durante años líder sindical de los maestros en México, viene dispuesta a recuperar su papel en la escena política nacional, pues recordemos que en sus buenos tiempos la maestra hasta tenía derecho a picaporte en Los Pinos.
Pero de figurar en los primeros planos en cualquier evento político de importancia, pasó a la prisión, pues dicen, según los corrillos políticos, que fue la nada elegante manera del entonces presidente Enrique Peña Nieto de quitársela de encima porque representaba un obstáculo para que él presentara su reforma educativa, que entre paréntesis, vino a sepultarla el actual mandatario Andrés Manuel López Obrador.
“La Maestra”, como siempre se la ha conocido, tenía un enorme poder sindical, político y económico, lo que le permitía quitar, poner, hacer y deshacer, además de acumular una descomunal fortuna que al final fue lo que la llevó a prisión con acusaciones de lavado de dinero y delincuencia organizada.
Gordillo, que en ese entonces ya tenía un enorme poder no sólo entre sus huestes, sino en todo el escenario nacional, incluso ya había formado su propio partido político, el ahora desaparecido Nueva Alianza.
Esa organización política por supuesto agrupaba a los millones de profesores de todo el país, y cuyo presidente fue Fernando González, un maestro rural de Culiacán, Sinaloa, y cuyo mérito era ser yerno de la maestra, logró destacar y hacerse millonario porque fue subsecretario de Educación en el sexenio de Felipe Calderón, tras un acuerdo en lo oscurito del entonces mandatario y la ex-lideresa.
Toda la familia de Elba Esther llegó a tener puestos importantes, cargos y por supuesto, fortuna, pues al amparo del poder pudieron acceder hasta el Senado, ya que por ejemplo una hija de la maestra, Mónica Arriola, llegó a ser senadora hasta su fallecimiento, a causa de un tumor cerebral, en el 2016. De hecho su madre, entonces recluida en prisión, recibió una autorización especial para acudir al funeral.
Lo narrado líneas arriba es un brevísimo recuento de la vida y obra de la ex-lideresa sindical, que amenaza con regresar, y lo hará por la puerta grande, ya lo verá, pues si algo le sobra, son los recursos.
Por lo pronto, Elba Esther Gordillo Morales es nota a nivel nacional porque a sus 77 años se casó el pasado fin de semana con el abogado que la sacó de prisión, y aunque no es relevante, le aventaja la friolera de 41 años.
Esto no se acaba aquí, pues ya veremos a la maestra haciendo ruido en la escena política nacional, pero mientras tanto, pide paciencia, para gozar de su luna de miel.