En estos momentos ya se vende el kilo de tortilla en los 22 pesos en el mercado local, pero en el mediano plazo podría llegar a 30 o hasta los 35 pesos, en caso de que no se detenga el encarecimiento de los insumos básicos como el maíz, la harina, el gas y que no se logre contener la inflación.
De esta manera la tortilla, que es el producto base de la alimentación de las familias hidrocálidas, podría alcanzar la etiqueta de artículo de lujo, pues en el último año disparó en más de 70% su precio al pasar de los 14 o 16 pesos y hasta los 20 o 22 en que ya se está comercializando lo mismo en tortillerías que en algunas tiendas de abarrotes y en otros establecimientos.
“Aunque es difícil predecir o anticipar qué tanto podría aumentar en el transcurso del año la tortilla, pero no es descabellado si decimos que su precio puede alcanzar entre los 30 o los 35 pesos, pues todo depende de una serie de factores o variables que impactan en los costos de producción”, manifestó el secretario de la Cámara Nacional de Productos de Maíz y Tortilla, Alfonso Anaya.
Sostuvo que a diferencia de la situación que prevalecía antes de la pandemia, en que los industriales del ramo todavía tenían algo de margen para amortiguar los aumentos en los insumos y evitar la actualización del precio de la tortilla, las condiciones resultan ser muy diferentes ahora, pues en buena medida se depende de la importación de insumos como la harina y el maíz que se están importando a precios muy altos y los cuales se ha anticipado que podrían seguir encareciendo, además de que también está el tema de la inflación y del abasto que haya en el mercado nacional de los granos y del gas que se utiliza en los procesos de producción.
“No hay un precio uniforme de la tortilla porque también eso está penalizado, sino que ahora son las reglas del mercado y los costos de producción lo que marca el precio de comercialización de las tortillas, por lo que de continuar el encarecimiento de la harina, el maíz y del gas, que son los que más nos impactan, con seguridad seguirá subiendo gradualmente la tortilla al consumidor”, reconoció el dirigente de los industriales del ramo.
Luego de explicar que China y Ucrania están acaparando buena parte de la producción mundial del maíz y de que Estados Unidos está empezando a tener problemas de abasto, mientras que México está exportando una buena parte de la producción de los granos, Alfonso Anaya indicó que prácticamente en automático se seguirá elevando el precio de la tortilla en caso de que los insumos se disparen, toda vez que nadie puede absorber ya esos aumentos ni tampoco vender por debajo de los costos de producción.