NEZAHUALCÓYOTL, Méx. (EL UNIVERSAL).- «Una varita es muy fácil de romper, pero un puñado de varitas no pueden romperse», sentencia Roxana Ruiz Santiago, al hablar sobre sus deseos de ayudar a otras mujeres que se encuentran presas injustamente, señala, para que recuperen su libertad.
La joven de 23 años, originaria de Santiago Pinotepa Nacional, municipio de la región Costa de Oaxaca, fue puesta en libertad el 16 de febrero pasado tras permanecer nueve meses en prisión en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social Nezahualcóyotl Bordo de Xochiaca, por matar a la persona que la violó.
El juez a cargo del caso, en el Estado de México, determinó en una audiencia en los juzgados de Nezahualcóyotl que Roxana Ruiz continuará cursando el resto de su proceso legal en libertad.
Durante su reclusión, confiesa la joven, sólo pensaba en salir para hacerse cargo de su pequeño hijo de cuatro años. «Me siento bien, me siento contenta, pero esto no ha terminado. El proceso sigue, pero aún así me da mucho gusto», comparte en entrevista para EL UNIVERSAL.
La actitud de Roxana es tranquila y aunque no puede ocultar la alegría por estar al lado de su hijo y haber recobrado su libertad, no pierde el foco para lograr que su situación sea permanente.
«Quería volver a mi familia, a mi hijo, sobre todo. Hasta este momento estoy llena de felicidad, pero consciente de que tenemos que seguir luchando para que el juicio sea favorable«, afirma.
En mayo de 2021, tras haber sido víctima de violación, defenderse y terminar matando al violador, Roxana fue recluida en el penal también conocido como Neza Bordo. Desde ahí escribió una carta para pedir ayuda, pues estaba a punto de ser condenada por defender su cuerpo y su vida.
Tras difundirse el texto y luego de que activistas conocieran su caso, la asamblea vecinal Nos Queremos Vivas Neza decidió acoger el caso de la joven originaria de una comunidad indígena mixteca de Oaxaca, de donde migró a los 15 años de edad, en busca de una mejor vida.
Con el acompañamiento proporcionado por las activistas, Roxana ahora piensa en sumarse a las acciones para apoyar a otras mujeres. «Gracias a Dios y gracias a ellas, ahora puedo llevar mi proceso por fuera, puedo cuidar y atender a mi hijo, estar con mi madre y mi familia».
Su madre afirma que no se sentirá completamente contenta hasta que no retiren por completo la acusación.
«Ahora va a poder estar con su hijo, él lloraba todas las noches; Roxana solamente se defendió que eso no fue como dicen uso excesivo de legítima defensa, si ella no lo hubiera hecho sería una víctima más de las mujeres que aparecen muertas», manifiesta Ana, madre de Roxana.
Tras conocer el caso, Nos Queremos Vivas Neza organizó movilizaciones y difusión del caso de Roxana y colectas para poder financiar los gastos de su familia que viajaba desde Pinotepa Nacional para visitarla y asistir a las audiencias.
Ahora que está libre y aunque su proceso continúa, la joven oaxaqueña expresa su intención por ayudar a mujeres presas injustamente: «Hay personas que no tienen los recursos para pagar un abogado particular, se dan por confesas aunque no lo hayan hecho y se quedan ahí, presas. Estando afuera yo quisiera ayudar a todas esas personas», apunta.
Aunque no conoció casos como el suyo durante su tiempo en reclusión, en su mente resuenan historias de mujeres que se convirtieron en homicidas por asesinar a los violadores de sus hijas. Algunas han perdido la vida en prisión, mientras que otras han cumplido sentencias por defender a sus hijas, cuenta.
«Si el juicio se resuelve de manera favorable me gustaría ayudarlas a ellas. Espero también que más personas se acerquen, porque allá adentro, por miedo a los castigos, las mujeres no denuncian, pero hay que ayudar a quitar ese miedo y esa mentalidad», sentencia.
Un proceso por delante
Abigail Escalante, abogada del caso, recuerda que en audiencia se logró obtener la revocación de la prisión preventiva dictada con anterioridad, lo que mantenía a la joven en la cárcel; sin embargo, señala, el juez encargado tomó suficiente tiempo para analizar el caso y otros similares, para modificar la medida cautelar impuesta a Roxana tras su aprehensión.
La jurista apunta que el proceso que enfrenta la joven duraría aproximadamente un año más, periodo en el que deberá presentarse semanalmente a firmar la documentación correspondiente. Asimismo, deberá asistir a las audiencias que se celebran cada dos semanas.
Explica que entre las medidas cautelares impuestas a Roxana tras su liberación están que no puede abandonar el Edomex, tampoco puede dejar de presentarse ante las autoridades cada semana, no puede acercarse a los familiares del hombre que mató en defensa propia ni a los testigos del hecho.
Hasta este momento, expone la abogada, el proceso legal se encuentra en etapa intermedia. Posteriormente se llevará a cabo el desahogo de pruebas, por lo que aún no se ha demostrado ante la ley si Roxana es responsable o no del delito que se le imputa.