El Papa Francisco ha invitado a todos los católicos a hacer el próximo Miércoles de Ceniza un día de ayuno y oración por la paz, “con esa intención aquí en nuestra Diócesis de Aguascalientes daremos inicio al tiempo litúrgico de la Cuaresma”, explicó el Obispo Juan Espinoza Jiménez.
Sostuvo: “El miércoles será el día de ceniza, el inicio de la muy sagrada Cuaresma, con lo que inician los días de penitencia para revisión de los pecados, para la salvación de las almas, el tiempo favorable en el que se asciende a la montaña santa de la Pascua. Ese día se pondrá la ceniza que resulta de quemar las palmas usadas el Domingo de Ramos del año precedente, propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica; el peso de cubrirse con ceniza tiene sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad que necesita ser redimida por la misericordia de Dios. Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo ha conservado como un signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir el tiempo cuaresmal desde esta perspectiva. Podemos decir que la Cuaresma es un tiempo litúrgico que comienza el Miércoles de Ceniza y termina con el Triduo Pascual, un tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que nos conduce a Jesucristo muerto y resucitado, es un humilde descenso hacia el interior de nosotros y hacia los demás, y la salvación no es un ascenso solamente a la Gloria, sino a bajarse para amar”.
Así mismo, el prelado dijo: “El Miércoles de Ceniza escucharemos el Evangelio de San Mateo, capítulo 6, versículo del 1-6, que presenta 3 ámbitos para vivir ese tiempo: la limosna o caridad, la oración y el ayuno, nos devuelven las tres realidades que no se desvanecen, la oración nos une con Dios, la caridad nos une con el prójimo y el ayuno con nosotros mismos. Dios, el prójimo y mi vida personal, estas son las realidades que no terminan en nada; el Señor dice que no sólo algunas obras como caridad, ayunar y rezar, sino que hay que hacer todo eso sin hipocresía. Una práctica común entre los católicos es hacer un sacrificio, pero este tiempo litúrgico es una oportunidad para regresar a Dios y descubrir la alegría de ser amado. Cuaresma es un tiempo de reflexión, de conversión y de caridad. Invito a todos mis hermanos católicos de Aguascalientes a disponernos para vivir con intensidad este tiempo de Cuaresma que iniciaremos el próximo miércoles con el signo de ceniza en nuestras cabezas como expresión del deseo de una conversión personal comunitaria y se traduzca en una oración más profunda, en una calidad cooperativa y en sacrificio por el bien de los demás”.
ACM