Más de nueve mil mujeres salieron a marchar por las calles de la ciudad en memoria de las que ya no están, de aquellas que fueron violentadas, desaparecidas y asesinadas.
Bajo las consignas de “Aguascalientes feminicida”, “No que no, sí que sí, ya volvimos a salir”, “Ni una más, ni una más”, “Nos tocan a una, respondemos todas”, abuelas, madres, hijas, nietas, incluso algunos hombres, se sumaron para acompañar la manifestación, una manifestación que, cabe destacar, se desarrolló en completo orden y civilidad.
Aun con los intensos rayos del sol y sin importar la resolana que empezaba a arreciar, los contingentes se empezaron a reunir y como ríos la gente bajaba de las calles que desembocan en la Glorieta del Quijote para formar un solo cauce.
Mientras que en los barandales de la Fiscalía General del Estado, que fue el punto de reunión y arranque, se colocaron cruces en color morado en memoria de las desaparecidas, así como una enorme manta blanca con el texto “Aguascalientes Feminicida”, y así, con las puertas cerradas, como ha permanecido siempre que las mujeres y padres de familia se han acercado para suplicar el apoyo y encontrar a sus hijas, así también este 8 de marzo lució, lo cual ya no fue novedad.
En punto de las seis de la tarde y con un profundo orden, ya que la marcha fue dividida en bloques y encabezada por las más pequeñas, sí, niñas en carriolas y aquellas que apenas empiezan a hablar y caminar, lo cual dio en todo momento un mensaje de paz y tranquilidad.
Las mujeres una vez más cumplieron con la encomienda de ser mensajeras y portadoras de vida y paz, y mientras avanzaron a la Plaza de la Patria, brincaron, gritaron, lloraron por las que hoy no están y exigieron tener una vida segura y libre en donde se tengan las mismas oportunidades.
Esta vez, lejos de inspirar miedo, los mismos empleados de los negocios por los que pasaron se unieron portando un signo morado y alentaron su lucha, esta vez no hubo pintas a negocios, fachadas, agresiones o disturbios, esta vez las mujeres fueron ejemplo de hermandad y sororidad, esta vez las mujeres dieron muestra del gran poder que tienen al caminar juntas.