No sólo las importaciones sino también las inversiones de Estados Unidos se han frenado en el país a causa del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, por lo que la industria ferroviaria de México está resintiendo este tipo de problemas en el movimiento de la carga, aseguró el secretario general de la Sección 2 del Sindicato Ferrocarrilero, Raúl Vázquez Valdez, tras señalar que cayó al menos a la mitad la operación de los trenes en Aguascalientes.
Sostuvo que al problema de la caída en las importaciones y de las nuevas inversiones se le suma también el desplome en la producción de la industria automotriz por la suspensión obligada de actividades por la falta de componente, con lo que son menos los trenes que se están operando debido precisamente a la contracción del mercado referente a la movilización de mercancías en grandes volúmenes.
“En cuanto empezó el problema entre Rusia y Ucrania bajó sensiblemente la importación de diversos granos y de una serie de productos que se traen desde los Estados Unidos a través del ferrocarril, con lo que el número de trenes en funcionamiento cayó al 50% afectando a los trabajadores debido a que los trenes se encuentran varados”, explicó el dirigente de los ferrocarrileros.
Todo esto, aseveró, se viene arrastrando desde Estados Unidos por el desplome de las inversiones y porque las exportadoras entraron en pausa con la venta de sus productos, impactando todo ello en la industria ferroviaria mexicana porque se han recortado las salidas de los trenes y con ello el movimiento de las mercancías.
Raúl Vázquez indicó que en el caso particular de Aguascalientes, se resentirán los paros de actividades programados en las plantas ensambladoras y entre las proveedoras del sector automotriz, en virtud de que habrá menos producción y con ello viene un menor uso de los trenes para la transportación de las unidades automotrices nuevas y de los insumos para las fábricas del ramo.
El problema se ha agudizado porque también está habiendo menos importación de granos de los Estados Unidos, precisamente porque las comercializadoras han bajado las ventas no porque no haya producto sino que se están esperando por la volatilidad que tienen los precios de este tipo de artículos, lo que a final de cuentas también provoca que haya menos trenes en operación.