OAXACA DE JUÁREZ, Oax. (EL UNIVERSAL).- Hace tres años, Dorian Coraline subió al escenario del concurso Miss Table, días después del asesinato de una de sus compañeras, con la firme visión de pronunciarse contra los feminicidios de trabajadoras sexuales.
La joven oaxaqueña de 26 años, quien desde hace cinco inició su carrera en el pole dance, confiesa que el feminicidio de su compañera fue algo que la tocó. Por ello, planeó un acto en el que un lipsync de las canciones «Con los ojos cerrados», de Gloria Trevi y «Bird Set Free», de Sia, enmarcaron una protesta en la pista de baile, mientras sostenía un cartel que contenía la leyenda «Ni una menos«.
Si bien con su presentación ganó el primer lugar en el concurso, para Dorian, quien es originaria del Istmo de Tehuantepec, la satisfacción fue haberse pronunciado contra la violencia que persiste contra las mujeres. Desde entonces, cuenta, combina su trabajo con expresiones a favor de los derechos de las mujeres.
En su trabajo, explica, los riesgos son latentes; aunque a ella nadie le ha faltado al respeto de manera presencial, sí ha recibido agresiones de usuarios en redes sociales.
Desde pequeña le gustó el baile
En entrevista con EL UNIVERSAL, rememora que desde muy pequeña le gustó bailar. Parte de sus habilidades las perfeccionó estudiando ballet, pero también tomó cursos en diferentes disciplinas, siempre ansiosa por probar su capacidad.
Hace cinco años abandonó el territorio oaxaqueño para mudarse a Monterrey, Nuevo León, donde en un primer momento se empleó como cocinera en un restaurante de comida italiana y poco a poco fue cosechando amistades.
Con el tiempo, conoció a una joven estríper que después se convirtió en su roomie. Al ver las ganancias y las particularidades del empleo, Dorian decidió iniciar su propia carrera. En el centro nocturno donde consiguió trabajo, quedó cautivada por el pole dance y comenzó a preparase para ello.
«Empecé a aprender muy rápido. Siempre he sido muy buena para aprender las cosas que me interesan», confiesa.
Poco a poco, sus habilidades crecieron, pues algunas de sus compañeras le daban clases; sin embargo, a medida que su destreza aumentó, desistieron en enseñarle, ya que comenzaron a verla como competencia.
Sin perder el ánimo, Dorian comenzó a prepararse de manera autodidacta mediante tutoriales en línea y después tomó clases particulares por un mes, pero tuvo que suspenderlas, pues para entonces ya tenía contratos en varios estados.
«Me empecé a anunciar por primera vez como bailarina exótica de manera profesional con un performance y poco después me empezaron a buscar de night clubes y representantes. Soy modelo erótica también y ante la pandemia, abrí un Only Fans donde he colaborado con actrices de cine para adultos», detalla.
Su desempeño en el pole dance y como modelo le ha valido el reconocimiento de su entorno; recientemente colaboró con la actriz Sabrina Sabrok.
Su cuenta de Only Fans la inició ocho meses después de la pandemia, a sugerencia de su pareja de entonces, quien trabajaba en el cine para adultos. Desde su apertura, dice que logró sumar más de 500 seguidores. Luego la cuenta recibió varios reportes y fue dada de baja.
Ello no desmotivó a Dorian, quien prepara contenido para lanzarlo en otras plataformas.
«Pero poco a poco descubrí que soy multifacética, además de bailar y ganar las redes sociales, comencé a tatuar y tengo mi propia marca de lencería», agrega.
De manera autodidacta, cuando los bares y centros nocturnos cerraron sus puertas por la pandemia, emprendió su marca de lencería Velvet Rouse, con la que elabora prendas y arneses, principalmente para personas con cuentas de Only Fans, quienes hacen pedidos para sus sesiones en la plataforma.
Superó el rechazo
Aunque actualmente ha cosechado varios éxitos, Dorian confiesa que los primeros años de su carrera fueron difíciles. «Sentía rechazo en el ámbito social y familiar, pero me cuestionaba por culparme a mí misma por hacer algo que me gusta», dice.
Superar la depresión por confrontarse a sí misma por su trabajo, culminó en un proceso de aprendizaje y construcción personal: «entendí que la única protagonista de mi vida soy yo», sostiene.
Tras sus experiencias, Dorian usa sus redes sociales para pronunciarse a favor de diversas causas, principalmente por el feminismo, pues se asume parte del movimiento. Se ha pronunciado por el derecho a decidir, a favor de la dignificación del trabajo sexual y los derechos de las personas trans, pues considera que desafiar la hegemonía es una forma de protesta.
«Desde qué lugar le puedo decir a una trabajadora sexual: lo tuyo no es trabajo, tenemos que darte una alternativa laboral. Todo lo que nos pasa, no nos pasa por ser putas, nos pasa por ser mujeres… nadie se solidariza con los derechos de las putas», sentencia en un escrito donde habla sobre el respeto hacia el trabajo sexual como una fuente económica digna.
En sociedades como la oaxaqueña, reconoce, permea la misoginia y existe la discriminación a las mujeres, por eso, a través de sus redes alza la voz por las mujeres, las trabajadoras sexuales y las mujeres trans.
«Si el feminismo excluye a las mujeres trans, entonces no soy feminista… ésta es una lucha donde persistimos, donde estamos y donde nunca nos vamos a rendir. Las mujeres trans son mujeres y pertenecen a nuestra lucha», sentencia.