Hay mucha necesidad y la situación actual del país se presta mucho al lucro con los artesanos y productores locales, denunció la directora de la Casa de las Artesanías, Luisa Müller, tras comentar que en la ciudad han proliferado bazares que explotan a los artesanos porque los despojan de sus ganancias con exagerados cobros por conseguirles un lugar, que debería ser gratuito.
“Han proliferado en el país y en todos lados, me dicen que esto es nacional, pero es muy fácil para mí, por ejemplo, que tengo ya los contactos, que ya los conozco a todos, decirles: ‘sabes qué, les voy a conseguir en tal lugar y todo, pero cada quién me va a pagar mil pesos por conseguirles el lugar’. Eso es lo que están haciendo y eso no se debe, porque les quitan la ilusión a los artesanos de participar, pues tan sólo en el pago del lugar ya se les fue la venta que hicieron ese día, entonces los desalientan”.
Los que con entusiasmo crean sus propias marcas, sus diseños y productos, se decepcionan, “en realidad, nuestros espacios públicos, jardines y demás, para eso son, para que luzcamos con esto nuestros productos. El artesano que va a las ferias, a las fiestas y eventos, no se le debería de cobrar, al contrario, porque van a que un extranjero, un turista, vea nuestras raíces, nuestras tradiciones, nos aprecie. Y todo esto de lucrar hace que muchos desistan porque van a presentarse a diversos eventos y se quedan sin dinero y sin mercancía y se quedan con la ilusión de haber vendido, porque igual y venden, pero tienen que pagar. Y esa es mi lucha, espero algún día lograr hacer algo por ellos”.
Señaló que “conocemos personas que a lo mejor perdieron un trabajo, muchos de ellos, y los que están, por ejemplo, en nuestro bazar Mezquite, hay gente que de verdad tiene muchísima necesidad y es su único ingreso el vender ahí. Con nosotros nada más se coopera para el velador, para decorar u otras cosas, pero así como ellos, hay algunos que de repente empiezan… pierden su trabajo y se ponen a hacer algo, porque tienen la habilidad, pero caen en un bazar de estos, venden y luego ven sus cuentas, dándose cuenta de que venden por ejemplo, mil 500 pesos, y eso pagan al que los organiza, entonces, se quedan sin mercancía y sin dinero y, aparte, pagan comida, estacionamiento y lo que sea”.
Lo más triste es que debido a estas circunstancias desisten y gente que tenía mucho talento se va porque ve que eso no les funciona, comentó.
“Y andar en esos bazares te cuesta más que una renta, es lo que te cuesta la renta de un local y eso sí da mucho coraje, y están pague y pague, aparte por un día o dos te quieren cobrar muchísimo. Entendemos que son muchos artesanos, a lo mejor cobrarles un poquito por la gestión, como un sueldo, pero ya querer vivir de ellos, a sus costillas, no, porque degradan el trabajo artesanal y ponen por encima una cuestión de lucro, de ingreso, sin ningún esfuerzo, porque ir a hacer un trámite, pedir un permiso y decirles que cada quién se traiga sus trabajos, eso no es ayudar a nadie, eso es ayudarse a sí mismo a costa del trabajo de los demás”.
“Si son 40 artesanos y se les cobra 40 pesos a cada uno, lo veo justo, pero no es así, es mucho más, entonces sí se quedan con la pura ilusión, y no puedes buscar ganar diez o quince mil pesos en dos días a costa del sudor y del trabajo de los demás, no es justo y, además, frenas el proceso creativo y les quitas la ilusión, y además hay instancias del Gobierno que ven eso y que deben ir despertando, porque tanto el Instituto Cultural nos proporciona espacios a nuestros artesanos y el ICA sí está en contra del lucro con ellos, y aquí no cobran un centavo para realizar nuestros eventos de Amantolli, lo que juntamos es sólo para pagar las guardias y sí nos apoyan mucho, pero se necesita que muchas instancias lo hagan y de esta manera quitamos esa mafia que existe”.
MAD