CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- Esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a los artistas que lanzaron la campaña «Sálvame del tren», como seudoambientalistas, pero lo cierto es que muchas de estas celebridades llevan años siendo activistas a favor del medio ambiente y otras causas sociales.
Tal es el caso de Rubén Albarrán, líder de la agrupación Café Tacvba, quien a la par de labor como músico siempre ha estado involucrado en temas de activismo, principalmente el dedicado al medio ambiente.
Desde hace más de 25 años el músico era vegetariano. Esto después de ver un documental tal sobre mataderos y maltrato animal y hace unos años decidió ser vegano. Esto ha hecho que el músico partícipe en campañas de PETA en la lucha contra la violencia y abuso hacia los animales.
Fue desde hace tres décadas que Albarrán ha sido un abierto simpatizante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Hace una década Rubén formó el colectivo Aho, a lado de una decena de artistas más, con quienes se ha enfocado en defender el territorio de los indígenas wixaricas, Wirikuta, cuyo territorio se desplegó por Jalisco, Durango y Nayarit.
Fue ese mismo año, en 2012 donde el músico fue una de las primeras celebridades en apoyar el movimiento #YoSoy132.
Un año más tarde, Rubén fue un opositor mediático en contra de las reformas estructurales del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Fue en 2015 cuando el artista se alzó en favor de la conservación del Amazonas. Para esta labor el músico se unió a Roco Pachukote y Manu Chao.
En 2018, Albarrán mostró su apoyo a la candidatura independiente de María de Jesús Patricio Martínez, quien es una médico tradicional y defensora de los derechos humanos de los nahuas.
Por su parte, Ofelia Medina quien también participa en la campaña que critica el Tren Maya, desde hace más de cuatro décadas está interesada en la defensa de los pueblos indígenas en México, luego de participar en el filme «Frida, naturaleza viva», donde fue dirigida por Paul Leduc.
Fue en 1985 que Ofelia junto a amigos creó el Comité de Solidaridad con Grupos Étnicos Marginados, organización mexicana cuya finalidad es defensa de los Derechos Humanos de los Indios de México.
Desde ese año, Medina es una celebridad activa en la denuncia de maltratos y abusos a comunidades indígenas en el país, acciones por la que incluía ha sido amenazada de muerte.
Fue en 1990 cuando cofundó el Fideicomiso para la Salud de los Niños Indígenas de México, A.C. Este mismo año, el fideicomiso empezó a trabajar en Chiapas en un programa de nutrición en comunidades Zapatistas.
Medina además ha sido una de las fuertes celebridades que apoyan el movimiento zapatista, razón que la ha llevado incluso a ser organizadora de las elecciones en el territorio zapatista.
Durante esta labor en Chiapas, la actriz ha denunciado el fraude de dichas elecciones y fue procuradora electoral.
También ha estado involucrada en el grupo de la Sociedad civil en el Diálogo de Paz en Chiapas y la formulación de Los Acuerdos de San Andrés.
En 2006 participó en el documental «Juárez: la ciudad donde las mujeres son desechables», que ahonda en la problemática nacional sobre las mujeres desaparecidas en esta ciudad fronteriza.
Desde hace un par de años, Medina es parte de la Academia de los Derechos Humanos, de la Fundación del Comité de Solidaridad con Grupos Étnicos Marginados, del Consejo de Paz de las Naciones Unidas y del Grupo de los 100.