SAN JOSÉ, Costa Rica., marzo 29 (EL UNIVERSAL).- La policía judicial de Costa Rica informó que son mexicanos los dos hombres fallecidos en la madrugada del pasado 17 de marzo, en un accidente de una aeronave que transportaba unos 50 kilos de cocaína del sur al norte de América, informaron este martes fuentes oficiales en la capital costarricense.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ), corporación policial técnica adscrita al Poder Judicial de Costa Rica, reportó a EL UNIVERSAL que, mediante registros dentales, los dos mexicanos fueron identificados como Jesús Guillermo Flores Jiménez, de 41 años, y Pedro Vega Portillo, de 31.
De acuerdo con otros informes extraoficiales pendientes de reconfirmación oficial, Vega Portillo habría sido oriundo de Guasave, Sinaloa.
Una explosión se escuchó a las 03:15 horas (mismo tiempo del centro de México) del 17 de este mes en la localidad de Finca Nueve de Palmar Sur, en el municipio de Osa de la provincia (estado) de Puntarenas, que colinda con el litoral del Océano Pacífico, cuando la avioneta se incendió tras un intento de aterrizaje en un campo o pista clandestina de aviación.
Entre los escombros, las autoridades policiales costarricenses hallaron 54 paquetes de cocaína de un kilo cada uno. «En cuanto a la droga, está en investigación«, dijo este martes una fuente del OIJ a este diario.
El costarricense Esteban Obando, jefe de la delegación regional del OIJ en la zona sur de Costa Rica, confirmó el día del hallazgo que son envoltorios con cocaína.
Ninguna fuente oficial dio detalles sobre la procedencia y el destino de la avioneta ni su matrícula. Tampoco se descartó que el cargamento ilícito fuera de mayor peso, lo que habría ocasionado el desastre, y que parte de la mercancía hubiera sido rescatada en tierra por una red criminal cómplice que esperó el arribo del aparato.
Centroamérica, en general, y Costa Rica, en particular, se consolidó en el siglo XXI como puente de tránsito y base de almacenamiento temporal de la cocaína producida en Colombia y que es traficada, por tierra, aire y mar, a México como plataforma de reexportación a Estados Unidos, principal mercado mundial de consumo de drogas.
Costa Rica opera como bodega de acopio para esconder la cocaína y luego coordinar su reexportación a México en ruta a EU. Colombia es el principal productor global del alucinógeno.
La Dirección de Aviación Civil de Costa Rica admitió que tampoco se dispone de información oficial de la nave, ya que el vuelo fue irregular porque se realizó sin establecer comunicación con los controles costarricenses de tráfico aéreo.
Los datos preliminares oficiales aseguraron que las víctimas mortales fueron un hombre y una mujer.
El Cuerpo de Bomberos de Costa Rica indicó que cuando sus unidades extintoras llegaron al sitio del percance «hallaron una avioneta, sin matrícula, consumida en su totalidad por el fuego.Cerca de la misma se encontraron los cuerpos de un hombre y el de una mujer. De momento se desconocen las identidades de los fallecidos«.
No obstante, el estudio con los registros dentales aclaró que los fallecidos son dos hombres. El OIJ reconoció inicialmente que se desconocía si uno de los cuerpos correspondía a un hombre o a una mujer.
Personal del OIJ y de la Fuerza Pública, que es la policía gubernamental, asumió en su momento el control de la escena del incidente.
Costa Rica se convirtió hace más de 45 años en un sitio clave para el narcotráfico por su posición geográfica en el sur de Centroamérica de cercanía con los centros de producción de cocaína y de otras drogas en Colombia y de contrabando desde ese país, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Perú, con los más importantes mercados de consumo en EU.
Organizaciones como los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) están entre las mafias mexicanas con mayor presencia y actividad en Costa Rica para tráfico, almacenamiento y reenvío de alucinógenos a México, EU y varias partes del mundo.