OAXACA, Oax. (EL UNIVERSAL).- El pasado 11 de marzo, el costo de la tonelada de varilla sorprendió a las personas que decidieron invertir sus recursos en la construcción de sus hogares; de un día para otro, el precio aumentó 31.25%.
Antes de la pandemia de Covid-19, el costo de la tonelada de varilla era de 16 mil pesos; hace dos semanas, rondaba en los 22 mil. No obstante, desde el 11 de marzo supera los 32 mil pesos en algunos establecimientos comerciales. En dos años, su precio creció al doble.
Los costos de la tonelada de varilla oscilan según el establecimiento. Una consulta realizada por EL UNIVERSAL muestra que en la empresa Romasa el precio es de 32 mil pesos; en Rodi y Rabán, de 32 mil 500; en Escudo, de 33 mil 500, y en La Ferre es de 29 mil, aunque esta última no tiene existencias.
Aumento también afectó a derivados
El aumento del costo de este material esencial para la construcción también se reflejó en sus derivados; por ejemplo, el precio del alambre recocido subió de 28 a 41 pesos el kilo.
Los costos al mayoreo de los materiales construcción también subieron: la tonelada de varilla de tres octavos y la de un medio vale 30 mil pesos; el alambrón subió a 30.50 pesos y el alambre recocido, a 33.50.
El cemento Tolteca aumentó a 3 mil 700 pesos; el Cruz Azul y Holcim, a 3 mil 500; el Magno, a 3 mil 400, y el Cuvasa, a 3 mil 350. Estos son los precios en la ciudad de Oaxaca y área conurbada, de acuerdo con la delegación Oaxaca de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).
«La guerra detuvo exportaciones»
Respecto a las causas de este aumento superior a 31%, en dos establecimientos consultados por EL UNIVERSAL respondieron que se debe a la guerra entre Ucrania y Rusia, porque este último país tiene detenidas sus exportaciones de acero.
El presidente de CMIC-Oaxaca, Misael Elorza Aguilar, sostiene que el aumento en los materiales frenará el avance económico de la industria de la construcción, cuya crisis se acentuó con la pandemia y que apenas registraba indicios de crecimiento.
No sólo afecta a las empresas constructoras, advierte, sino también a las obras públicas y privadas. A la primera, porque elevará los recursos que los gobiernos federal, estatal y municipal tendrán que erogar para solventarlas; a la segunda, porque frenará las inversiones privadas o las hará más lentas.
«Sí es un incremento considerable y obvio que pega mucho en la construcción porque hay menos gente que quiere invertir o que quiera construir. Eso sigue debilitando más la economía. A veces, hacemos los presupuestos o cuando se licit y consideramos el precio actual del mercado. A veces, podemos considerar algún porcentaje más de incremento, pero no la forma en que el acero se ha estado disparando. Esto en el caso de la obra pública«, dice.
El empresario expresa que el escenario es complicado para las empresas constructoras que participaron en licitaciones públicas de algunos puentes, por ejemplo, en las que se cotizaron a precios de mercado del mes pasado.
«Habrá que hacer ajustes de costos al término de la obra. Entonces trae sus complicaciones y esperamos que las mismas dependencias del gobierno entiendan que al cierre de la obra que se licitó se considere ese ajuste, sobre todo en obra pública«, dijo Misael Elorza.
El presidente de la CMIC considera que este incremento sí fue sorpresivo porque tradicionalmente los aumentos en los materiales de construcción se anuncian en los primeros días del año y se conservan así a lo largo de 12 meses, o tienen incrementos o reducciones marginales.
«Sí, fue sorpresivo, digo, todos conocemos que en el mundo o en otros países hay un incremento en el costo del acero y disminuye la producción en el país. Eso incrementó el costo, pero también (…) la guerra entre Ucrania y Rusia de alguna forma impacta y ya se siente».
«No sólo impacta en el acero, sino también en los combustibles que, aunque el gobierno los subsidia, sí hay aumentos en la gasolina y el diesel, la realidad es que han sufrido un incremento».