“La turbulencia de los demagogos derriba los gobiernos democráticos».
Aristóteles
“Por mis pistolas” es el título de una película protagonizada en el año de 1968 por Mario Moreno Cantinflas, un cómico consentido del pueblo mexicano por estar plenamente identificado con él, del barrio pasó a la carpa, al teatro y de ahí al celuloide. La fama y el éxito fueron inconmensurables hasta sus últimos días; su notoriedad le permitió que pese a no estar en las boletas electorales la gente votara por su ídolo. Fue el hombre más famoso de su tiempo no sólo en nuestro país, sino allende las fronteras, pero esa cualidad pública y la de no concretar una idea hablando mucho, no lo hacía el hombre ideal ni con capacidad para gobernar al país, es decir, popularidad no da capacidad; “quod natura non dat, Salmantica non præstat”.
Si el editor de un Diario norteamericano debiera cabecear la nota enviada por su corresponsal sobre la respuesta del presidente López Obrador respecto al resultado de la reunión sostenida el jueves pasado con el enviado norteamericano John Kerry -enviado especial de EE.UU.- sobre la Reforma Eléctrica, debiera colocar la siguiente: “Por mis pistolas” se queda como está.
El antecedente del sugestivo título para la nota se ubica en la visita de Kerry, quien estuvo acompañado por el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, y una veintena de empresarios de aquel país. Buscaban persuadir al Presidente del impacto negativo para sus empresas con la reforma: “El tema de la reforma energética está sobre la mesa en México y planteamos con nuestro embajador, Ken Salazar, ideas de cómo esa reforma reflejará mejor los temas para avanzar de manera efectiva (…) formamos nuestro equipo, con Ken y la Casa Blanca, para tratar de asegurar todo lo que surja de la Reforma Energética”, dijo Kerry a los Medios de Comunicación a la conclusión de la reunión.
Al día siguiente de la reunión, el Presidente en su conferencia matutina celebrada en Palacio Nacional comentó que enviarán a la comitiva estadounidense la iniciativa que pretende impulsar en el Congreso de la Unión, y aseguró que no realizará cambios. “Hay una gran diferencia entre escuchar, informar, conversar, comunicarnos, mensajes de ida y vuelta, mucha la diferencia a imponer un grupo para observarnos, eso no lo permite nadie, a lo mejor sí en otros tiempos, gobiernos sumisos, pero ya no son los tiempos de antes. Es más, el presidente Biden se ha portado muy bien, lo primero que me dice es ‘respeto a la soberanía, ni patio trasero o delantero’”; en conclusión, la reforma se queda como está. “Nos comprometimos a entregarles copia de la iniciativa porque se contempla en la iniciativa lo de la transición energética, nada más que no se le ha dado importancia a este apartado de la iniciativa, toda la campaña en contra se ha desarrollado a partir de que nosotros queremos mantener plantas que producen energía sucia y que no estamos aceptando la nueva realidad de que vamos a energías limpias, que estamos limitando la posibilidad de crecimiento a energías limpias, todo eso es falso”, dijo el Presidente.
Actualmente la generación de energía por los privados es del 50 por ciento, la reforma pretende reducirlos al 46 por ciento, eliminaría los reguladores autónomos de energía, revisaría contratos previos y priorizaría a las plantas fósiles de CFE sobre las renovables de privados. Contrario a la promesa del gobierno de López, consistente en bajar las tarifas del costo de energía a los usuarios, esta subirá por dos razones, deberán generar la energía que a los privados les cancelarán, y porque la producción de la CFE está basada en plantas de baja eficiencia altamente contaminantes al utilizar carbón y combustóleo, mientras que las que consumen gas resulta costosa su operación. Los contratos que pretenden cancelar utilizan energías renovables y generan electricidad por debajo de 30 dólares por MWh, mientras que la CFE produce en el orden de los 80 dólares por MWh, según han documentado expertos como Ignacio Sánchez, socio fundador de Fresh Energy, en tanto que Gerardo Pérez Guerra, gerente general de EDF Renewables México, señala: “La generación renovable en México es la más barata del mundo y eso costó mucho trabajo, porque en cada una de estas subastas, basado en la competitividad, todos se tuvieron que poner las pilas”.
Con la decisión el Presidente busca regresar el calendario 50 años, pero le será sumamente difícil cristalizar su capricho, para lograrlo requiere la mayoría en la Cámara de Diputados donde no la tiene, mientras que el bloque opositor legislativo conformado por el PRI, PAN y PRD anunció que de no cambiar las condiciones de la propuesta presidencial, no pasará.
Los milagros no existen, la negociaciones sí, los expedientes también, y del bloque opositor dependerá de que López diga. “No que no tronabas, pistolita”.