Mujeres de diferentes edades, aunque principalmente jóvenes, han desaparecido en Nuevo León, donde en el último mes se han reportado 22 féminas ausentes.
Esta triste noticia ya traspasó fronteras, pues es gravísimo que las jovencitas hayan desaparecido como si se las hubiera tragado la tierra y por lo menos uno de los casos ya terminó de manera trágica.
El caso más reciente, mas no el último, desafortunadamente, es el de una jovencita que supuestamente fue abandonada durante la madrugada en plena carretera por el chofer de un transporte de plataforma, tras haber sido dejada por sus “amigas” en un lugar desconocido para ella. Por cierto, el conductor ya está detenido y la mayoría de la gente espera un desenlace fatal.
Aunque en estos momentos llama la atención lo que pasa en Nuevo León, lamentablemente, las desapariciones de personas son un tema descontrolado por todo el país, ya que se esfuman al año cientos de personas.
Incluso, en Aguascalientes hay varios expedientes abiertos de personas, que por diversas circunstancias, se hicieron humo de la noche a la mañana, pero que sus familiares hacen lo posible y también hasta lo imposible por encontrarlas vivas, o muertas.
Desafortunadamente, a este fenómeno se le agregan los feminicidios, pues casi todos los días en algún punto del país una mujer es privada de la vida bajo esta modalidad, como el estremecedor caso en el que una niñita fue abusada y asfixiada por su vecino; pero nuestro Estado no es la excepción, pues en los últimos meses se han registrado varios crímenes de esta naturaleza, donde las víctimas van desde la adolescencia hasta mujeres de la tercera edad.
Otro punto es que en nuestra Entidad son muchos los casos denunciados, sobre todo de jovencitas que desaparecen y cuya situación se difunde en redes sociales, donde la solidaridad de la gente hace que sus rostros circulen para que las puedan encontrar.
Afortunadamente, las desaparecidas en su gran mayoría son localizadas poco después, ya que se salieron de sus casas por voluntad propia, otras andan con el novio, con la amiga, o solas, pero al no avisar a sus familiares, por supuesto que éstos se espantan y lanzan las voces de alerta.
Lo malo de esto, es que pasa como en el cuento de Pedro y el Lobo, ya que en los últimos tiempos cuando hay algún reporte de este tipo muchos lo dejan pasar, pues confían en que sólo sea un mal momento de las mujeres para ausentarse de sus casas sin justificación.
Y regresando al tema de Nuevo León, ¿qué está pasando? Creemos que lo que sucede es a consecuencia del dejar hacer y dejar pasar, como se le puede nombrar a la política de seguridad de la 4T, de “abrazos, no balazos”, es que no hay pronta solución a este fenómeno.
Y sí, debe ser espantoso y angustioso para los familiares y amigos no saber dónde están esas mujeres, si comen, si beben o si viven.