De manera enérgica la agrupación Cultivando Género externó su rechazo a los asesinatos y ataques a menores en Aguascalientes, “con los niños no”, dijo la presidenta de Cultivando Género, Angélica Contreras, tras denunciar un vacío de políticas públicas hacia este delicado tema.
Hablar está bien, pero “debemos exigir que no haya excesos de violencia, eso ya no se puede permitir y exigir que no haya ningún asesinato, a veces no lo hacemos, entonces, necesitamos unirnos como sociedad a ese llamado”.
Por otro lado, comentó que se debe dejar de revictimizar a la mujer y de culparla por lo que ella no ha cometido, además de establecer un marco de mayor respeto en las diversas redes y publicaciones en el caso de asesinatos como el del niño Edwin.
Aseguró que el tratamiento que se le da al caso en diversas publicaciones es con morbo y falta de empatía con la familia de la víctima y se ha exagerado publicando una y otra vez la forma en la que el cuerpo fue hallado y otros detalles que no tendrían por qué estarse difundiendo, “hay un exceso de descripción en la forma como fue hallado el cuerpo del menor y eso es revictimizar, estamos generando más violencia y al pequeño, a partir de estas narrativas de cómo fue encontrado su cuerpo y una forma de no generar violencia, es eso. ¿Por qué tenemos qué estar buscando eso? No caigamos en esa práctica de revictimización. Eso genera más dolor a la familia; no tenemos por qué dar esos detalles, eso me parece muy violento”.
Al contrario, destacó que debemos tener una cultura de no generar más violencia y hacer énfasis en que esta violencia no se puede permitir, ni los crímenes contra mujeres y menores.
En cuanto al infanticidio, la declarante opinó que no debería de darse el asesinato de ninguna persona, porque “con las niñas y los niños, no, son el futuro para Aguascalientes. Las niñas y los niños no se tocan, no se lastiman, no se violan, no se vulneran, al contrario, deberíamos de estar haciendo todas las personas todo lo que esté en nuestro alcance para garantizarles un mejor futuro, o un mejor desarrollo social, una mejor vida”.
Agregó que todos debemos de estar pensando cómo le hacemos para que puedan tener acceso a la educación en todos los niveles, que sean felices, que puedan jugar, eso es lo que deberíamos de estar haciendo, “no hablando de que lamentablemente se dio el asesinato de este menor”.
Algo que se ha hecho es que se está culpando a la madre y siempre que se da el caso de un menor lo primero que hacen es culpar a las madres, esto reproduce que las madres, “sí o sí, somos responsables de todo, que las mujeres nos toca, sí o sí; y a ver, en este caso la madre no es la culpable y tampoco tiene la culpa ella de haberse unido con ese tipo de persona, no es culpa de ella, la culpa es del asesino, la culpa es de él, porque no estamos hablando de que la culpa es de esta persona asesina y que deje de estar pasando por todo un proceso para que se de justicia”.
Edwin no va a regresar, agregó, “lamentablemente no va a volver a su familia, pero sí tendremos que preguntarnos, qué estamos haciendo, primero como Estado, porque nuevamente estamos hablando de que faltan políticas, coordinación, acciones que garanticen; pero segundo, también como sociedad, porque había otras personas que estaban observando y que no hicieron algo para que justamente el menor no estuviera pasando por más violencia. Hablarlo con la mamá, decirlo tal vez, desconozco, tal vez el pequeño no hablaba nada por temor, pero entonces cómo le podemos hacer para que este menor se pudiera acercar y pudiéramos generar esta confianza”.
Lo anterior, añadió, es hablarlo en los centros educativos, pensarlo en las familias, y como sociedad “nos falta muchísima empatía, pues debemos estar dispuestos a apoyar a las demás personas y esto también en los casos de feminicidio y de violencia que se dan, porque hay que ayudarnos como personas”.
MAD