JUCHITÁN, Oax. (EL UNIVERSAL).- El presidente de la Unión de Propietarios de Energía Renovable del Istmo (UPERI), Porfirio Montero Fuentes, lamenta que desde 2019 esté frenada la inversión en el sector eléctrico del Istmo de Tehuantepec, donde hay un potencial de 30 mil megavatios susceptibles de aprovechar, como se hace con los 3 mil que ya se producen en 23 parques eólicos establecidos en cinco municipios de la zona.
«Creo que con el rechazo que sufrió la reforma eléctrica, el presidente Andrés Manuel López Obrador debe voltear sus ojos hacia el sector eléctrico del Istmo, para que aliente la inversión mediante la construcción de la línea de trasmisión directa que se canceló hace tres años. Sin esa línea, no vendrán los inversionistas a construir nuevos parques eólicos porque no tendrán forma de evacuar la electricidad que produzcan», dice.
La cancelación de esa línea, que requería en 2018 una inversión de mil 700 millones de dólares y el amago de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de cancelar los permisos de los parques eólicos con esquema de autoabasto, derivó en que la española Siemens Gamesa cancelara el parque eólico El Sauzal, en el que invertiría unos 600 millones de dólares para producir 150 megavatios.
«Los propietarios de las tierras donde están asentados los aerogeneradores no queremos que se vayan las inversiones, deseamos que lleguen más en el sector eléctrico para abastecer de electricidad a las empresas que van a instalarse en los parques industriales de Ciudad Ixtepec, San Blas Atempa y Mixtequilla. Porque si no hay esas inversiones, ¿de dónde saldrá la electricidad que van a necesitar esas industrias?», cuestiona.
Aunque los dueños de las tierras, los 2 mil pequeños propietarios de Juchitán, El Espinal, Asunción Ixtaltepec y Unión Hidalgo, están contentos porque no se aprobó la reforma eléctrica, abunda el presidente de la UPERI, «tememos que el gobierno de la 4T ponga candados al desarrollo de la energía eólica, más frenos a la inversión en el ámbito eléctrico, pues no podemos desperdiciar el potencial eólico que tiene el Istmo«.
«No podemos ver que sólo haya pleitos entre el gobierno y los inversionistas mexicanos y extranjeros en el tema eléctrico», expresa.
Si las autoridades del sector han encontrado anomalías en las empresas eólicas, añade, es necesario que apliquen la ley y las sancionen, «pero que tampoco generalicen».
Desde 2021, tras la aprobación de la nueva Ley de la Industria Eléctrica (LIE), hay más de 150 amparos presentados por las compañías dueñas de granjas eólicas, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Desarrolladores Eólicos (AMDE), que desde que conoció el proyecto de la reforma eléctrica se opuso a ella y argumentó que sería dañina para el país al violentar convenios internacionales, como el T-MEC.
En el Istmo de Tehuantepec, las 11 empresas que operan los 25 parques eólicos presentaron sus amparos contra la LIE, que busca cancelarles sus permisos de operación, como Iberdrola, Grupo México, EDF, Naturgy Fenosa, Acciona, Eólica del Sur, Peñoles, Enel, Demex, Suma Energía y ACD Dragados, que operan bajo el esquema de autoabastecimiento, aunque algunas producen electricidad para la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Montero Fuentes considera que tras el rechazo a la reforma eléctrica, también es momento que las empresas eólicas asentadas en la región accedan a la revisión de los contratos iniciales para que liberen la venta de tierras, si algún campesino desea hacerlo, y que se unifiquen los porcentajes de pagos para todos los dueños de las tierras donde hay aerogeneradores.
«Con la llegada de esas inversiones eólicas hemos visto que es posible promover mejoras en la vida de los campesinos, de las comunidades y por esas razones creemos que el gobierno de la 4T debe alentar más inversiones, porque desde 2019 hay como 10 empresas más que quieren instalar sus granjas eólicas en el Istmo, pero las líneas están saturadas y se requiere esa línea de trasmisión directa que con el apoyo de los privados se puede construir», expone.
La evacuación de los 2 mil 500 megavatios de electricidad que producen los 25 parques eólicos corre desde la subestación Ixtepec Potencia y de ahí viaja a El Juile, de Ciudad Alemán, Veracruz, al centro del país.
La subestación aún tiene reserva para el parque Gunaa Sicarú, que la compañía Eléctrica de Francia (EDF) planea construir en terrenos del municipio de Unión Hidalgo y de la comunidad de La Ventosa, perteneciente a Juchitán. El proyecto sigue en suspenso por causas legales, concluye Porfirio Montero Fuentes.