El director de Regulación Sanitaria, Octavio Jiménez Macías, aseguró que por lo regular son empleados desleales de los antros y bares los que de manera peligrosa vierten narcóticos al momento de preparar las bebidas alcohólicas para drogar sobre todo a las mujeres para hacer de las suyas.
“Adulteración como tal de las botellas de alcohol no se ha detectado, pero sí resulta ser común que luego los cantineros, meseros, los cadeneros o incluso los acompañantes de las mismas personas le pongan sobre todo gotas de clonazepam a las bebidas ya preparadas para hacer que la gente se ponga mal y termine perdiendo el conocimiento, casos de esos sí puede haber y muchos”, advirtió.
Luego de explicar que lo que la autoridad sanitaria hace en el caso de las bebidas alcohólicas, es revisar el contenido de las botellas cerradas y no tanto las bebidas preparadas porque en ese caso pueden intervenir ya muchas manos y muchos factores, el funcionario dijo que también se sabe que puede ser a través del hielo donde recurra a la adulteración de las bebidas etílicas con el uso de algunos somníferos o de otras sustancias más peligrosas.
En entrevista con HIDROCÁLIDO donde aseguró que ocasionalmente se llegan a detectar botellas de diferentes bebidas alcohólicas que sobrepasan los límites permitidos de metanol y que en esos casos se procede al aseguramiento del producto y al rastreo del lote respectivo para evitar su comercialización a fin de evitar riesgos en la salud de quienes toman alcohol, Jiménez Macías sostuvo que más que los dueños de los establecimientos, resultan ser los empleados deshonestos como pudiera ser el caso de los cantineros, meseros, personal de seguridad o bien los mismos acompañantes de mujeres o de personas que están a la “caza” de quienes llegan a los antros o cantinas luciendo buenos relojes, los que incurren en prácticas criminales el ponerle gotas de clonazepam, que es lo más común, para narcotizar a sus víctimas.
Se sabe, explicó, de casos sonados donde las personas que toman alcohol adulterado tienen serios problemas, son asaltados, enviados al hospital o incluso de algunos que han perdido la vida porque a los narcotizadores se les pasó la mano al momento de “ponerle cualquier droga a las bebidas para hacer de las suyas, según lo que estén buscando con las víctimas”.
Estos casos se presentan sobre todo en antros y bares donde personal del mismo establecimiento actúa de manera dolosa al momento de preparar o servir las bebidas, cosa que se escapa de las manos de la autoridad sanitaria cuya revisión de las bebidas se hace solo en el caso de las botellas cerradas, sin que en estos casos se haya llegado a encontrar producto adulterado.
“La adulteración de las bebidas alcohólicas con sustancias como el clonazepam, el éter en el caso del hielo u otras sustancias que luego como o se mezclan de manera aviesa en las bebidas, suele ser algo mucho pero muy peligroso, por lo que es muy importante que sobre todo las jóvenes rechacen consumir cualquier bebida que les ofrezcan personas extrañas”, concluyó.